Un 14 de junio pero de 1969 nació en Mannheim, República Federal Alemana, Stefanie Maria Graf, una tenista que marcaría todos los tiempos. Con apenas 13 años debutó en los circuitos profesionales (1982) y con el correr de los años fue consolidándose como una de las mejores. Fue campeona mundial de tenis femenino en siete ocasiones: 1987, 1988, 1989, 1990, 1993, 1995 y 1996, motivo por el cual, en 1999, la Associated Press la nombró "mejor tenista del siglo XX".

Comenzando a dispararse su carrera en 1984, Steffi cosechó ese año varios logros: alcanzó el segundo puesto de la clasificación nacional alemana, se proclamó campeona del torneo de exhibición de Los Ángeles y consiguió pasar a la cuarta ronda en Wimbledon. Pero el momento clave de su ascenso hacia la cima del tenis mundial se produjo en 1985. Ese año llegó a las semifinales del Torneo de Flushing Meadows y ganó el Open de su país, el campeonato de la WTA y el Hilton Head, entre otros. En 1986 arrasó en ocho torneos individuales y consiguió vencer a las dos reinas del tenis femenino del momento: Martina Navratilova y Chris Evert.

Sin embargo, su verdadero camino de éxitos se iniciaría en 1987, año en que se alzaría con el  Roland Garros y el Masters de Nueva York. Ese año disputó 79 partidos y sólo perdió dos, ambos ante Navratilova (en las finales de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos). La temporada siguiente, de 1988, desarrollaría su mejor versión y lograría una hazaña histórica: ser la primera y única figura del circuito femenino y masculino en alcanzar la victoria de los cuatro torneos Grand Slam anuales y, además, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos realizados ese mismo año en Seúl (derrotando a la argentina Gabriela Sabatini). Estos cinco triunfos obtenidos en un mismo período la hicieron merecedora del premio “Golden Slam”, una mención de honor hecha a jugadores de tenis que, en un mismo año, además de ganar los cuatro Grand Slam consecutivamente, ganan también la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de ese mismo año.

Sabatini y Graf con sus medallas colgadas en Seúl 88. Foto: gentileza.

A partir de entonces su nombre empezó a ser sinónimo de victorias, y se convirtió en una de las tenistas más difíciles de vencer. Desde allí el balance de participaciones en torneos del Grand Slam arrojó un balance demoledor. A lo largo de su carrera sumó 107 títulos individuales del circuito profesional, incluidos 22 grandes: siete victorias en Wimbledon (1988, 1989, 1991, 1992, 1993, 1995 y 1996), seis en Roland Garros (1987, 1988, 1993, 1995, 1996 y 1999), cinco en el Abierto de Estados Unidos (1988, 1989, 1993, 1995 y 1996) y cuatro en el Abierto de Australia (1988, 1989, 1990 y 1994), además de cinco ediciones del Masters (1987, 1989, 1993, 1995 y 1996).

Este increíble número de victorias le permitió liderar la clasificación de la WTA (Asocación Femenina de Tenis) durante 377 semanas (186 consecutivas) a lo largo de su carrera. También tuvo destacadas participaciones en los Juegos Olímpicos (fue medalla de oro en modalidad individual y de bronce en dobles en los celebrados en Seúl en 1988, y medalla de plata individual en los de Barcelona, cuatro años más tarde), así como en la Copa Federación (que ganó como integrante del equipo alemán en 1987 y 1992).

El liderazgo de Steffi Graf en el tenis femenino durante más de diez años tiene que ver, según conocedores del tenis, con su poderoso servicio, su potente volea y su incontestable drive. Conjugaba potencia y calidad. Gracias a esas cualidades pudo derrotar, en todo tipo de superficies, a jugadoras de la talla de las ya citadas Evert y Navratilova, y también a Gabriela Sabatini, Arantxa Sánchez Vicario, Conchita Martínez, Mónica Seles, entre otras. Debido a una serie de lesiones Steffi Graf anunció su retiro en 1999, temporada en la que todavía se proclamó campeona en Francia y fue finalista en Wimbledon; tenía 30 años y era la número tres del mundo. Ese mismo año fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Deportes y continuó siendo una de las leyendas más reconocidas del tenis mundial hasta el día de hoy.

Su vida personal

Su padre, Peter Graf, profesor y propietario de una escuela de tenis, se propuso convertirla en campeona. Steffi empezó a practicar a los tres años, con una raqueta de mango recortado. En 1981 ganó el Campeonato Nacional Junior alemán, año en que también se adjudicó la Orange Bowl, un torneo internacional para menores de doce años. Venció en el Campeonato Europeo para jugadoras de hasta catorce años en 1982, poco antes de pasar, con sólo trece años, a ser profesional. Peter Graf hizo construir cerca de su casa una pista de tierra, otra de hierba y otra de cemento, de manera que su hija pudiera preparar todos los torneos sin desplazarse de la comodidad de su hogar.

Enamorada de los animales, para cuya defensa participó en numerosos actos y organizaciones, lo único que lamentaba de su éxito era no poder llevar una vida normal a causa de las exigencias de la competición. Aprovechaba sus desplazamientos para visitar museos y llevaba siempre consigo a un profesor particular, con el que intentaba recuperar el tiempo dedicado a los entrenamientos. Dos acontecimientos dramáticos incidieron decisivamente en su carrera deportiva. El primero fue el atentado sufrido en Alemania por su gran rival, Monica Seles, a manos de un admirador suyo, que alejó a la serbia de las pistas por un año lo que permitió a Graf volver a ocupar con autoridad el número uno del ranking femenino de la ATP; y el segundo fue el encarcelamiento de su padre por evasión de impuestos, en agosto de 1995. Peter Graf salió al fin de prisión, para gran alivio de su hija, en noviembre de 1996.

Steffi y Andre llevan poco más de 20 años juntos. Foto: gentileza. 

Actualmente es embajadora de WWF (World Wildlife Fund, Fondo Mundial para la Naturaleza) y está casada con el ex número uno del mundo, Andre Agassi, con el que tiene dos hijos.