Sobre la base de encuestas, el Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL) del Conicet elaboró el informe “Sociedad, religión y Ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Los habitantes de la Argentina opinan”. El estudio desmitificó la idea de que las personas religiosas se oponen tajantemente a la interrupción del embarazo.

Desde el CEIL buscaron establecer una relación entre el posicionamiento religioso y la postura respecto del derecho al aborto. Con ese objetivo, realizaron casi 2500 encuestas a personas de 18 años o más que residen en nuestro país. “Solo el 17,2 % de las y los católicos opinan que el aborto debe estar prohibido siempre”, publicó el equipo de investigación.

Fuente: Informe CEIL

Los derechos relacionados con el género y la salud reproductiva se legislan desde hace tiempo –fertilización asistida, educación sexual integral, divorcio, etc.– y los posicionamientos –religiosos o no– siempre existen. Hoy el debate gira en torno a la legalización o no de la interrupción voluntaria del embarazo.

Amplía el informe: “Los y las católicas están mayoritariamente a favor de la despenalización en algunas circunstancias, las personas sin filiación religiosa apoyan mayoritariamente el aborto como derecho de las mujeres, y los y las evangélicas son quienes sostienen que el aborto debería estar prohibido siempre en mayor proporción”, revela el informe.

En total, más de la mitad de personas que residen en Argentina opina que el aborto debe estar permitido en algunas circunstancias puntuales, como indica el marco normativo vigente desde 1921. Además, casi el 30 % entiende que el aborto es un derecho y una decisión de las mujeres, y menos del 20 % considera que el aborto debe estar prohibido siempre.

Fuente: Informe CEIL

La investigación explicita diferencias significativas entre las encuestas de 2008 y las de 2019. Atribuye al debate en la esfera pública la razón por la cual la sociedad ha cambiado progresivamente su posición respecto de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).

“Es posible identificar un proceso de distanciamiento de las instituciones religiosas por parte de los y las creyentes” y se puede evidenciar en el hecho de que “las personas, aun siendo creyentes, se reservan para sí la prerrogativa de aceptar o no la moral y las reglas que las instituciones proponen”.

Fuente: Informe CEIL

Otro punto que llama la atención es la variación de la opinión según la edad. El 31,8 % de las personas más jóvenes –entre 18 y 29 años– entiende el aborto como un derecho, mientras que solo el 17  % de quienes tienen más de 65 años se manifiestan en este sentido. En este rango etario, casi el 27 % piensa que el aborto debe estar prohibido en todos los casos. No hay diferencias significativas (fuera del margen de error) en la división por sexo de la opinión sobre el derecho a la IVE.

Por último, y en relación con el nivel de estudios, la aguja también varía. Casi el 50 % de las personas con nivel universitario completo considera que el aborto es un derecho al que pueden acceder mujeres y toda persona gestante siempre que así lo decidan. El 40 % cree que debe permitirse solo en algunas circunstancias y solo el 9 % se opone completamente. 

Fuente: Informe CEIL