Las mujeres alcanzaron una tasa de empleo récord del 48,1% en el primer trimestre

Sociedad

Más nivel educativo, mejor empleo

El informe determinó que existe una fuerte relación entre el nivel educativo alcanzado y la calidad de los empleos, lo que implica que, a mayor cantidad de años de educación, mayor es la posibilidad de acceso a un empleo pleno de derechos, con mayores remuneraciones y mejores condiciones de trabajo.

Esta primera conclusión quedó plasmada en números: el 80 % de las personas activas con nivel educativo alto (universitario completo o más) tenía un empleo pleno de derechos, en contraste con el 41 % que tiene uno medio, porcentaje que descendió al 15 % entre quienes tienen un nivel educativo bajo. Más allá de estas diferencias, el informe detalló que el mercado laboral nacional tiene una alta predominancia de empleo de mala calidad: de ahí la cifra de que solo 2 de cada 5 personas activas cuentan con un puesto de plenos derechos.

El trabajo detalló que el capital educativo tiene una gran influencia en la posibilidad de acceder a un empleo de calidad en los sectores privado y público formales, mientras que quedan afuera los sectores informales y de subsistencia (microinformal), donde las remuneraciones se determinan mediante acuerdos informales. En cuanto a la remuneración, el informe concluyó que quienes tienen un empleo pleno de derechos ganan un 45 % más que la media de la población económicamente activa, mientras que quienes poseen un subempleo inestable ganan un 60 % menos.

Sectores público, privado e informal

El grupo de profesionales de la UCA analizó las diferencias entre el sector público, el privado y el microinformal, teniendo en cuenta la relación entre el nivel educativo y la calidad del empleo. El informe mostró que, entre quienes tienen pleno empleo en el sector público, el 95,6 % posee un nivel educativo alto; el 72,5 %, uno medio, y el 30 %, uno bajo. Sin embargo, se detalló que el 26 % de personas ocupadas en el sector público tienen un subempleo inestable, principalmente compuesto por personas con nivel educativo bajo, lo que se explicó por los y las beneficiarias de programas con contraprestación laboral.

El trabajo mostró que, cuanto mayor es el nivel educativo, mayor es la remuneración en el sector público. En este sentido, quienes tienen un nivel educativo alto ganaron entre el 67 % y el 71 % más de ingresos que la media general.

En cuanto al sector privado, el análisis concluyó que más del 80 % de quienes tienen nivel educativo alto y medio poseen empleos plenos de derechos. En el caso de aquellos con nivel educativo bajo, el porcentaje llega al 50 %.

El trabajo también permitió advertir que las personas que tienen pleno empleo en el sector privado y nivel educativo alto tienen un ingreso del 85 % por arriba de la media general de sus pares. Aquellas con empleo precario, pero con nivel educativo alto, el 57 % por arriba de la misma.

En cuanto al sector microinformal, fue donde se vislumbró que un mayor nivel educativo no mejora las oportunidades de acceder a un empleo de mayor calidad. Teniendo en cuenta el total de personas de este grupo, el 81 % de quienes tienen un nivel educativo medio y el 93 % de los que tienen nivel educativo bajo se desempeñan esencialmente en empleos precarios o en subempleos inestables.