Apenas 21 500 alumnos de los 183 mil que asisten a las escuelas primarias públicas de Mendoza –es decir solo el 11,7 %– acceden a la jornada escolar extendida (JEE), según el último informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, con base en los datos del Anuario Estadístico Educativo 2015 elaborado por el Ministerio de Educación de la Nación.

La provincia se sitúa así un poco por debajo del promedio del país, donde solo el 13,4 % (471 697 de los 3 521 109 de alumnos de escuelas estatales) tiene doble escolaridad.

De esta manera, el sistema educativo de Mendoza y de la Argentina no sólo no logra dar el paso necesario hacia la meta de calidad educativa con inclusión social, sino que incumple la Ley 26075 de Financiamiento Educativo, sancionada en diciembre de 2005, cuyo artículo 2.º exige: “Lograr que, como mínimo, el 30 % de los alumnos de educación básica tenga acceso a escuelas de jornada extendida o completa, priorizando los sectores sociales y las zonas geográficas más desfavorecidas”.

Tampoco se cumple con la Ley de Educación Nacional, de diciembre de 2006, que en su artículo 26.º dispone: “Las escuelas primarias serán de jornada extendida o completa con la finalidad de asegurar el logro de los objetivos fijados para este nivel por la presente ley”.

Sin embargo, la situación no es homogénea a lo largo y y a lo ancho del país. Mientras en Tierra del Fuego el 61,1 % de los alumnos de primarias estatales accede a jornada extendida y en la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Córdoba lo hacen el 45,8 % y el 45 % respectivamente, en Neuquén y Santa Cruz apenas el 2,1 % y el 2,4 % respectivamente concurre al colegio bajo esta modalidad. En la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado, lo hace sólo el 5,4 %.

“Cumplir el mandato legal exigiría al menos duplicar sin demora la matrícula de las escuelas primarias estatales de Jornada Escolar Extendida. Respetar el compromiso asumido en la Cumbre Iberoamericana de 2010 demandaría multiplicarla por cuatro para 2021”, indica Alieto Guadagni, director del CEA. Sin embargo, advierte que no son metas inalcanzables: “Basta con mirar a otros países, como Chile, que implementó legalmente la jornada extendida en 1997, y una década más tarde había incorporado a casi todas la escuelas a esa modalidad”.

Por el contrario, de acuerdo con Guadagni, la situación actual consolida la desigualdad socioeconómica y contribuye a la reproducción intergeneracional de la pobreza: “Aquí radica una diferencia creciente entre los niños de hogares con recursos económicos, cuyos padres pueden abonar una cuota para que asistan a escuelas privadas con jornada escolar extendida, y los niños pobres que no tienen esta opción”.

En el caso de Mendoza, donde sólo 1 de cada 10 chicos tiene doble escolaridad en el sistema educativo estatal, hay que anotar que desde 2013 existen resoluciones de la DGE para implementar la JEE de 7 horas en 6.° y 7.° grado. Sin embargo, poco se ha avanzado. Un documento de marzo del año pasado elaborado por la Referente Provincial de Jornada Extendida, Beatriz Fernández, advierte de la necesidad de implementarla en las escuelas y hasta estipula el llamado a concurso para cubrir cargos docentes en estas horas extra.