Sismos y terremotos: desarrollan un sistema original para proteger viviendas

Se trata de un dispositivo inédito, elaborado por investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional de Cuyo, que consiste en la adaptación de un sistema de control de vibraciones para evitar el colapso de viviendas bajas durante un sismo o terremoto.

Sismos y terremotos: desarrollan un sistema original para proteger viviendas

Daniel Ambrosini (izq.) y Martín Domizio, investigadores del Conicet en el Imeris, con sede en la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO

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Publicado el 07 DE MARZO DE 2024

Especialistas del Conicet y de la Universidad Nacional de Cuyo desarrollaron un sistema novedoso para que las viviendas bajas resistan sismos y terremotos. La innovación se describe en la revista Engineering Structures

“Lo novedoso de nuestro desarrollo es que esta tecnología se puede aplicar no solo en viviendas bajas a edificar, sino también en las ya construidas en regiones con probabilidad de ocurrencia de eventos sísmicos o terremotos”, destacó Daniel Ambrosini, líder del proyecto e investigador del Conicet en el Instituto de Mecánica Estructural y Riesgo Sísmico (Imeris) con sede en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO).

En un sismo o en un terremoto, la frecuencia de vibración es una característica de cada vivienda, edificio, puente u otro tipo de construcción, que genera naturalmente que se mueva dicha estructura a una cantidad determinada de ciclos por segundo. Uno de los problemas más graves de los terremotos es cuando las frecuencias de vibración del suelo coinciden con la frecuencia de la estructura; este fenómeno, que se denomina resonancia, en muchos casos conduce al colapso de la estructura. El nuevo sistema “Amortiguadores Líquidos Sintonizados de alta frecuencia” (ALS-AF), desarrollado por los investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional de Cuyo, consiste en la adaptación de un sistema de control de vibraciones (amortiguadores de líquido sintonizados, o ALS según sus siglas) que se utiliza actualmente en edificios altos.

Los amortiguadores de masa sintonizados (AMS), compuestos por una masa sólida y un resorte, y los amortiguadores de líquido sintonizados (ALS), compuestos directamente con liquido dentro de un recipiente, en este caso agua, son dispositivos para controlar vibraciones de estructuras, los que son muy útiles, sobre todo en edificios ya construidos, donde es prácticamente inaplicable el aislamiento sísmico, una tecnología basada en aisladores, generalmente de goma, instalados en la base de edificaciones.

“El sistema que desarrollamos permite controlar vibraciones sísmicas en estructuras bajas utilizando ALS-AF que consiste en la transferencia de energía de la estructura principal (vivienda) a un sistema secundario (dispositivo). Son aparatos que funcionan en el lugar donde los desplazamientos producidos por el terremoto sean mayores, o sea, en la parte más alta, ya sea techo o terraza”, explicó Martín Domizio, también líder del proyecto e investigador del Conicet en el Imeris. Las viviendas bajas, en un sismo, tienen una frecuencia que es mucho más elevada que en edificios altos; por lo tanto, los dispositivos ya existentes (ALS) para controlar estos episodios no pueden ser utilizados debido a que la frecuencia no se puede sintonizar.

“El dispositivo tradicional, o sea ALS, sería algo así como si se colocaran muchos recipientes pequeños de agua en la parte superior de una estructura, y en el momento del sismo, cuando esta empieza a vibrar, también lo hace el agua; por ende la energía se transfiere a estos recipientes y se elimina por fricción en las paredes del recipiente y, al estar sintonizado, la estructura vibra mucho menos”, describió Ambrosini, doctor en Ingeniería. Y agregó: “Lo original del nuevo dispositivo desarrollado (ALS-AF) es el agregado de una tapa metálica y resortes, especialmente diseñados, que fuerzan al líquido a vibrar a la frecuencia más alta, que se requiere en viviendas de baja altura”.


Martín Domizio (izq.) y Gabriel Houri con un prototipo del sistema “Amortiguadores Líquidos Sintonizados de alta frecuencia” (ALS-AF). Foto: Conicet / Natalia Monaco

Se realizó un conjunto de ensayos experimentales de modelos a escala reducida sobre una mesa vibratoria que permite reproducir terremotos y otros tipos de movimientos. Los modelos fueron sometidos a tres terremotos: Landers 1992, Mendoza 1985 y Northridge 1994. Los investigadores midieron aceleraciones absolutas y desplazamientos relativos, y comprobaron que el sistema desarrollado pudo reducir ambos parámetros.

“Es muy importante destacar que en el mundo hay mucho desarrollo para estructuras de importancia, como edificios grandes, estructuras de embajadas, centrales nucleares, puentes y otras construcciones; sin embargo, hay pocos desarrollos para estructuras bajas, como viviendas”, destacó Domizio, también doctor en Ingeniería. Y resaltó que hay muy pocas soluciones para viviendas ya construidas. Por el contrario, si la estructura es nueva, hay alternativas para protegerla de los terremotos, como es el caso del aislamiento sísmico. En Mendoza, esta tecnología se aplicó cuando se construyó el edificio del Instituto de Histología y Embriología de Mendoza (IHEM, Conicet -UNCUYO) y una residencia de la Facultad Regional Mendoza de la Universidad Tecnológica Nacional.

En relación con este nuevo desarrollo, Ambrosini señaló que ya disponen de una patente conjunta Conicet/UNCUYO solicitada en la Argentina, “por lo cual se podría hacer un desarrollo comercial del mismo, solo restaría una empresa adoptante". "Actualmente, estamos diseñando, en esta misma línea, un nuevo dispositivo, que son los amortiguadores de columnas de líquido sintonizado de alta frecuencia (ACLS-AF) también para construcciones bajas. Los AMS o ALS son recipientes rectangulares o esféricos; estos nuevos ACLS-AF serían recipientes en forma de ‘U’, donde nos encontramos con nuevos desafíos que aún estamos resolviendo con impresiones 3D para obtener los componentes de este aparato y, a su vez, poder hacerlo en serie”, concluyó el experto.

Del proyecto también fue parte personal técnico del Conicet, como el bioingeniero Gabriel Houri, que participó no solamente en la preparación y construcción de los modelos, sino también con ideas para mejorar su funcionamiento.

Fuente: Conicet

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