Este jueves 1.° de febrero se reanudó la negociación paritaria entre representantes del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) y del Gobierno provincial. Ambos lados habían acordado en diciembre posponer la discusión, que no había llegado a buen puerto, para retomar las reuniones de comisión técnica en enero.

Pasada esa etapa, la primera audiencia se produjo este jueves. La propuesta de los miembros paritarios del Gobierno fue aumentar el 5 % en marzo, el 5,2 % en julio y el 5,5 % en noviembre. Este 15,7 % en tres tramos está a tono con lo que arreglaron los demás gremios pero, como habían adelantado sus autoridades, el SUTE respondió con una negativa.

“Estamos cumpliendo con lo que plantea el sindicato en muchas cuestiones que son no salariales”, destacó a Unidiversidad Ulpiano Suárez, subsecretario de Gestión Pública y negociador principal del Gobierno. Entre estos temas está un adicional de ayuda a los docentes para la compra de útiles de $ 1250 y otro por un monto de $ 1400 en concepto de vestimenta para los celadores.

Además del 15,7 % –porcentaje que no será mejorado– y de esos dos adicionales, la propuesta incluyó la cláusula gatillo automática, tal como con el resto de los trabajadores públicos. Esta se disparará en el momento en que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) supere el aumento otorgado. En este caso, se activaría al superar el 15,7 %.

Resabios del año pasado

Lo que el SUTE plantea es que el salario está lejos de la canasta básica familiar. Sumado a eso, el sindicato liderado por Sebastián Henríquez recordó nuevamente al Gobierno el desfasaje producido entre aumento e inflación en 2017. Al no haber cerrado el aumento en paritarias, hubo decreto y los docentes no gozaron de la cláusula de ajuste automática durante el año pasado.

El incremento salarial de 2017 fue del 17 %, mientras que la medición oficial de inflación marcó el 24,6 %. “Al aumento del 15,7 % le tengo que descontar el 7 % de pérdida, lo que me da que en realidad nos están ofreciendo el 8 % de aumento”, manifestó Henríquez a Unidiversidad.

El subsecretario Suárez, por su parte, afirmó que "el bono de $ 7000 que fue pagado a principios de año estaba muy por encima de lo que hubiese representado incorporar al básico ese 7 % de diferencia final […] Es muy superior a los $ 2500 que les habría llegado al bolsillo a fin de año”, resaltó el funcionario. Queda claro que para el Gobierno el desfasaje ya fue cubierto.

Acuerdo o decreto

¿En qué podría consistir la mejora en la oferta que el Gobierno evaluará hasta la reanudación de las conversaciones? “Tal como lo hemos manifestado en todas las otras paritarias, el 15,7 % es el porcentaje máximo. Los tramos también serán los mismos", agregó Suárez. Lo que sí puede subir es el monto de los aspectos no salariales, como los adicionales para la compra de útiles y vestimenta para los celadores.

De cara a lo que se viene, el subsecretario recordó que el resto de los sindicatos, al considerar insuficiente el 15,7 %, valoraron positivamente la cláusula gatillo “y eso posibilitó acordar con 17, 18 sectores”.

A esta presión se suma la de la posibilidad de un decreto del gobernador Cornejo. Esto ya sucedió en los dos años anteriores al no haber acuerdo con el gremio. Ulpiano Suárez afirmó que, de no haber una respuesta positiva a la oferta del Gobierno, el decreto se hará realidad.

Resta ver la propuesta del 16 de febrero y la respuesta del SUTE 10 días después. Las clases, por ahora, arrancarán el 5 de marzo.