Sexo, goce y la búsqueda de una forma feminista de amar

En el terreno de la sexualidad todo es válido. Frente a la dicotomía feminismo y relaciones sexuales, el consentimiento, el autoconocimiento y las reglas resultan fundamentales para "disfrutar del viaje".

Sexo, goce y la búsqueda de una forma feminista de amar

Foto: lolas.com

Identidad y Género

Sexo, género y diversidad

Unidiversidad

Unidiversidad/ Ángeles Balderrama

Publicado el 11 DE MARZO DE 2021

Durante muchos siglos, la forma de vivir y sentir la sexualidad fue considerada un tema tabú para las mujeres y diversidades. En este sentido, si bien el feminismo llegó para abrir un nuevo horizonte de pensamiento, este constructo no es algo acabado, sino que se reconfigura día a día en consonancia con el avance de las sociedades y derechos conquistados. Frente a las banderas que alza el feminismo, cabe preguntarse ¿existe una forma feminista de amar y vincularse? Escritoras y referentes feministas de Argentina, España y Estados Unidos resaltaron algunos de los puntos centrales en una conferencia realizada por diario.es.

“Después de años defendiendo el feminismo de la igualdad estoy en una relación cishetero en la que me excita mi sumisión extrema. ¿Qué me pasa?”, preguntó una de las personas presente en el encuentro virtual.

Para Noemí Casquet, periodista y escritora española especializada en sexualidad, en estas situaciones se busca plantear una dicotomía entre el feminismo y las relaciones sexuales. Sin embargo considera que en el plano del acto sexual “todo vale” siempre y cuando la mujer sea quien decida lo que quiere y lo que no, y se establezcan una serie de reglas.

“Yo soy partidaria de esa vertiente más feminista que se basa en la libertad de elección. Obviamente soy consciente de que existe un contexto, un sistema patriarcal que durante mucho tiempo nos ha mantenido sumisas, pero en este momento se basa en que tú decidas que quieres hacer con tu vida, tu cuerpo y tu sexualidad. Muchas están luchando para que dejemos de tener esos fantasmas y podamos vivir una sexualidad libre”, explicó.

En tanto, para Ana Requena, periodista y redactora jefa de Género de diario.es, lo preocupante es la situación de fondo en la cual “parece que si soy feminista no puedo ser sumisa en el sexo. Una cosa es que elijas, esté consensuado y a ti te guste, y otra cosa es que lo hagamos por complacer. Se trata de discernir”.

Frente a esta situación práctica, surgen nuevos interrogantes relacionados a la pregunta ¿existe una forma feminista de amar y vincularse? Para Luna Miguel, escritora española feminista, y Tamara Tenenbaum, escritora feminista argentina, “es necesario dejar de generalizar los deseos y gustos de las mujeres y feminidades, al estilo de una receta o lista de ingredientes”.

“Hay una obsesión por el relato único sobre qué es ser mujer, qué es sentir placer, qué es amar en el siglo 21. Se piensa que si este libro habla sobre feminismo y amor en 2021, es el libro que tiene que dar las respuestas a todo. Algunos preguntan qué da placer a la mujer y puedo responder por mí, pero no por las demás. Necesitamos conocer la pluralidad de voces, de relatos”, destacó Miguel.

En la misma discusión, otro de los temas a los que se enfrenta el feminismo es el autoplacer. Si bien desde hace años se plantea la importancia del autoconocimiento y exploración de los gustos y deseos, también se presenta una complejidad: la obsesión por llegar al orgasmo. En este sentido, las referentes feministas destacan el “disfrute del viaje y no solo pensar en el resultado”.

“La sociedad nos ha enseñado que el sexo es cosa de hombres y creo que la mujer tiene mucho más potencial sexual y orgásmico. Es triste que muchas no estén llegando a tenerlos y que no sepan pedir en dónde deben ser estimuladas. Pero el objetivo siempre tiene que ser el placer, no un orgasmo”, indicó Venus O’Hara, embajadora de Satisfyer y activista del órgano femenino.

A su vez, para Casquet el cuerpo es un canal, y mientras más abierta tengamos nuestra sensorialidad más cerca estamos del placer. “Si solo nos centramos en lo genital vamos a abrir muy poco ese canal. A nivel de estereotipos de belleza, de imaginario colectivo, nos han implantado cómo debe ser el sexo, y es consumista y basado en la inmediatez. El orgasmo está allí y es maravilloso, pero al final es una descarga eléctrica. Tenemos un viaje tan distante, maravilloso que llegar al destino en realidad es lo más aburrido. Disfruta el viaje”.

En líneas generales, las especialistas en sexualidad remarcan que en pleno 2021 existe un gran déficit de conocimiento sobre la corporalidad y sexualidad femenina, vedado muchos años bajo el sistema patriarcal. Por este motivo, consideran que la Educación Sexual Integral es necesaria para llegar a una zona de equidad en la información. “Muchas personas son reticentes a que se enseñe, pero estamos aquí charlando porque nuestros antepasados tuvieron mucho sexo”.

“Cuando yo iba a sexto de primaria había un libro que te hablaba de la reproducción y te mostraba la anatomía del pene, pero a la de la vulva le faltaba una parte, el clítoris no aparecía. Cuando yo tuve las charlas a mí me llegaron tarde y, además, están basadas en el miedo y la prevención más que en el placer. La tendencia debería ser desde los dos años hasta lo que se pueda, basado en la información y no en la apología. Muchos tienen miedo de que se de ESI porque ‘no saben lo que les pueden meter en la cabeza’, pero a ese hijo o hija lo van a acercar hacia su propio ser, quién es en esta vida y quién puede ser”, concluyó Casquet.

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