Sergio Guardia tiene 57 años, pero una de las mejores noticias de su vida la tuvo hace ocho meses: por fin pudo adoptar a su hijo. Este domingo 16, compartirá su primer Día del Padre con quien está junto a él desde hace 15 años: su esposo Lucas.

Agustín, su hijo de tres años, llegó y viró “180 grados” su vida, reconoció Sergio. “Tener una personita a quien cuidar, a quien alimentar, a quien estar atento las 24 horas obviamente te cambia todos los niveles de cosas que tenías antes. Es un cambio absoluto de vida”, explicó.

¿Considerás que tenías la vida resuelta antes de que llegara tu hijo?

No, la vida resuelta creo que nunca la vamos a tener porque siempre uno aspira a más cosas. Siempre hay cosas para hacer o para moverse, así que de resuelto no tenía nada. En realidad, esto era un deseo muy fuerte de nosotros. Era algo que nos faltaba.

¿Por qué a los 57 años? ¿Lo decidiste así o se fue dando?

Porque con mi marido hace quince años que estamos juntos y hasta que no salió la Ley de Matrimonio Igualitario no nos casamos. Salió la ley, nos casamos y entonces tuvimos el marco legal para afrontar una adopción. La ley salió en 2010 y en 2012 nos pudimos casar. Y bueno, el trámite de la adopción es eterno. Estuvimos siete años en espera. 

¿Qué le dirías a la gente que está esperando por una adopción?

Que espere y que no desespere (…) La gente que adopta, al esperar, supone que la ley no está a su favor, que los jueces son lentos, miles de cosas. Pero en el momento en el que te toca, te das cuenta de por qué fue: llegó la personita que tenía que llegar a tu vida, y a la personita que te toca le tenían que tocar estos padres. Es así, así que la espera vale la pena.

¿Cómo se llevan con Agustín?

Tenemos el privilegio de que nos tocó una personita extraordinaria. Uno cuando va a adoptar a alguien siempre está preguntándose si va a tener algún problema a futuro. Los chicos vienen con miles de cosas en su interior. Pero el enano tenía dos años y unos meses cuando lo adoptamos y es súper adaptado, súper alegre, muy divertido. Realmente hemos tenido una suerte más grande que un edificio. El enano es extraordinario, así que nos llevamos de maravilla. 

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Sergio y Lucas (40) fueron la primera pareja de hombres en inscribirse para adoptar a un niño o niña, sin embargo, no fueron los primeros en tener la fortuna acceder a la tenencia de un pequeño, ya que hay otros dos casos similares que ya conformaron una familia con hijos adoptados en Mendoza.