Como cada año, la World Action on Salt and Health (WASH) propone la Semana Mundial por la Sensibilización sobre la Sal. En esta ocasión, la acción se desarrolla del 22 al 26 de marzo, bajo el lema: Sal, el asesino olvidado. El fin es generar conciencia sobre la importancia del objetivo impuesto por la Organización Mundial de la Salud: disminuir el consumo de sal a cinco gramos diarios por persona.

Presente en casi toda la gastronomía mundial, la sal es peligrosa porque la mayoría de las personas consume más de lo que piensa y de lo que es saludable. Aunque es esencial en la dieta, su consumo excesivo aumenta las posibilidades de una presión arterial elevada, uno de los principales factores de riesgo para ataques al corazón y cerebrales. Además de los problemas cardíacos, puede causar otros inconvenientes de salud, como insuficiencia renal, osteoporosis, obesidad y Alzheimer.

En Argentina la situación es alarmante: más del 70 % de la población desconoce la necesidad de disminuir el consumo de sodio, componente principal de la sal. Es por esto que la concientización podría evitar 6000 muertes por año, mediante la reducción de tres gramos en el consumo diario de sal de los argentinos, según explica el médico Sergio Giménez, miembro de la Federación Argentina de Cardiología (FAC).

Además destacan la importancia de reforzar la concientización a entidades gastronómicas y empresas alimenticias sobre la Ley N° 26905 sobre la Promoción de la Reducción del Consumo de Sodio en la población, reglamentada en 2017 en todo el país.

En Mendoza

En 2012, el bloque radical de Diputados impulsó un proyecto de ley que establece que todos los establecimientos o lugares donde se ofrezcan o consuman alimentos o comidas, cuenten con sal cien por ciento libre de sodio a disposición de todos los comensales. También dispuso el uso obligatorio de sal con bajo contenido de sodio en la elaboración de alimentos en todos los hospitales, centros de salud y efectores de la provincia.

Este proyecto, que finalmente se convirtió en ley a finales de ese año, tuvo como antecedente la Ordenanza N° 10.287-2011 emanada desde el Concejo Deliberante de Luján en 2011. La medida municipal instauró la obligatoriedad de la utilización de sal libre de sodio en los establecimientos destinados a ofrecer alimentos.

Por otro lado, también la ley provincial se nutrió de la campaña “Sal menos, sal más” que lanzó la Obra Social de Empleados Públicos (OSEP), en ese momento a cargo de Alberto Recabarren. Consistió principalmente en controles clínicos y cardiológicos en los efectores y el recorrido de una carpa con profesionales por los departamentos. El objetivo fue hacer prevención y recopilación de datos para la estadística provincial.

En el mismo sentido, la provincia adhirió en 2016 a la ley nacional Nº26.905, que fue sancionada en 2013. Esta normativa, que se conoce como "Menos sal, más vida",  busca disminuir el consumo de sal de la población en su conjunto para reducir la importante carga sanitaria que representan las enfermedades cardiovasculares, cerebrovaculares y renales. Es una de las principales acciones de promoción de la salud y forma parte de un plan integral de prevención y control de enfermedades crónicas no transmisibles.