Mendoza es una de las ciudades más elegidas para vacacionar en invierno y miles de mendocinos y turistas deciden recorrerla en vehículo o trasladarse a los centros invernales. Las rutas en ciertos sectores de la alta montaña son muy peligrosas y, si se le suma el exceso de velocidad, la situación puede convertirse en un combo fatal.

La Cámara de Turismo de Mendoza asegura que el mal estado de las rutas por falta de inversiones y ausencia de controles policiales son las causas más importantes de los siniestros viales. Ricardo Beccaceci, su vicepresidente, dijo a Edición U que las tragedias de los ómnibus en Horcones, en el que murieron 19 personas, y en La Cuesta de los Terneros, en San Rafael, que dejó un saldo de 15 fallecidos, “perjudican el trabajo de promoción del turismo que desarrollan el Estado y los privados. Se transmiten a todo el mundo y le hacen mucho daño a Mendoza como destino turístico ya que para su buen desarrollo hacen falta cuestiones básicas de infraestructura”.

Para Beccaceci, el nuevo aeropuerto y los vuelos incorporados recientemente al menú de las aerolíneas ayudan mucho turísticamente pero “parecen tapar falencias estructurales como la falta de inspección en las rutas, la inexistente decisión política de terminar con la informalidad (según sus datos, el 75 % de las unidades que trasladan a turistas no están registradas) y las demoras excesivas en los controles fronterizos que provocan que los ómnibus aceleren más de lo debido y que los pasajeros se impacienten. Estos aspectos deben corregirse para que el turismo pueda crecer aún más".

Cuestión de conducta

Sin embargo, Miguel Ángel Mendoza, profesor de la Universidad del Aconcagua de la carrera de Accidentología y Seguridad Vial, asegura que “las malas condiciones de las rutas generan un riesgo pero en esos casos el conductor tiene que bajar la velocidad y respetar las señales de tránsito. Es la gran solución porque no respetar estas dos cuestiones nos llevan a las principales causas de accidentes".

Con la intención de evitar siniestros en este invierno, en el que hay mayor circulación vehicular en alta montaña, el sur provincial y el Valle de Uco, la Policía Vial decidió no realizar operativos especiales en zonas en las que ya han ocurrido graves accidentes sino controles particulares de esta época. Así se apostaron puestos fijos y móviles en la ruta 222, camino a Las Leñas, para prevenir los excesos de velocidad y controlar integralmente a los vehículos. En las rutas de acceso a la provincia sí se reforzaron los operativos junto con el uso de radares y se colocaron puestos sorpresivos que los fines de semana realizaron controles de alcoholemia.

Gabriel Pereyra, jefe de la Policía Vial, explicó que "las tragedias viales hacen que se le preste más atención a esos lugares pero nada más. Los accidentes no tienen que ver con infraestructura. La ruta 144, en La Cuesta de los Terneros, por ejemplo, está en condiciones pero es muy peligrosa por su estrechez y pendientes pronunciadas”.

Mendoza, en esta época es una hermosa foto: nieve, vino y alta montaña que los turistas siguen eligiendo. Sin embargo, parecen quedar aspectos por corregir para que la experiencia sea aún más positiva y el territorio mendocino deje de ser inseguro para transitar por tierra.