Así se da por terminado el proceso que empezó el pasado 26 de junio, cuando en el municipio de Mesetas (Meta) se hizo el acto en el que las FARC entregaron la última de las 7132 armas que tenían en su poder. Después de este acto, las FARC también entregaron la ubicación de 998 caletas, que tenían distinto material armamentístico. Según el diario El Espectador, con el evento de este viernes el capítulo de las armas de las FARC se dará por terminado, pues solo faltará que se hagan los tres monumentos con el material de estas.

Uno, como se anunció esta semana, se instalará en el Jardín de la Rosa, frente a la sede de Naciones en Nueva York; los otros dos se instalarán en Colombia y en Cuba, país que por cuatro años alojó a los negociadores del Gobierno y de las FARC.

Ahora lo que sigue es, quizá, una de las fases más críticas del posconflicto. Además de la entrada de las FARC a la política colombiana (que no estuvo exenta de críticas), se encuentra la reincorporación de los excombatientes a la sociedad garantizando su seguridad. Para ese proceso, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una segunda misión de la ONU en el país. Esta segunda misión, que fue aprobada por unanimidad por el Consejo de Seguridad, empezará el próximo 26 de septiembre.

El pasado 14 del mismo mes, el Consejo de Seguridad resaltó la importancia de esta nueva misión y de la necesidad, tanto política como social, de que se cumpla con lo acordado frente a la reincorporación a la vida civil de los miembros de las FARC.