Saleh Abdeslam, nacido en Bélgica y también ciudadano francés, fue detenido el viernes 18 por su presunta participación en los atentados que sacudieron Francia el 13 de noviembre pasado. El ministro de Exteriores de Bélgica, Didier Reynders, dijo que Abdeslam declaró, durante su primer interrogatorio, que estaba “listo para volver a empezar algo en Bruselas".

Según dijo el canciller belga a la agencia de noticias EFE, lo dicho por el supuesto terrorista “es, quizá, la realidad. Porque hemos encontrado muchas armas, armas pesadas, en las primeras investigaciones; y encontramos una nueva red (de ataques terroristas) alrededor de él en Bruselas". En otras declaraciones, durante un foro académico en Bruselas, el jefe de la diplomacia belga dijo que "por el momento hemos encontrado a más de 30 personas implicadas en los ataques terroristas de París, pero estamos convencidos de que hay otros".

El Ministro pidió a las fuerzas de seguridad y a los servicios de inteligencia y autoridades fronterizas europeas que intercambien más información para ayudar a seguir el rastro a todos los sospechosos de los atentados en París, que fueron reivindicados por el grupo Estado Islámico (EI).

Por otro lado, según el diario belga Le Soir, el abogado de Abdeslam, Sven Mary, dijo este domingo que tenía previsto presentar una denuncia contra el fiscal de París, Francois Molins, por violar el secreto de instrucción sobre el caso. Según Mary, "la lectura de parte de la audiencia a Abdeslam en una rueda de prensa es una violación (a sus derechos)".

El arresto

Abdeslam (26) fue detenido el viernes pasado durante un allanamiento en la capital de Bélgica junto a un cómplice. Luego del gran operativo policial que se realizó, recibió un disparo en una de sus piernas. El sábado 19 fue acusado de "homicida terrorista" y es considerado sospechoso número uno de los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, que dejaron 130 muertos.

En una rueda de prensa, el sábado, el fiscal Molins describió a Abdeslam como "un actor clave" en los ataques yihadistas de esa noche en París, porque "tuvo un papel central en la conformación de los comandos, en los preparativos logísticos y, además, era uno de los miembros de esas células”. Molins contó que el presunto extremista islámico explicó que quería hacerse explotar en el Estadio de Francia, uno de los escenarios de los ataques del 13-N, "pero dio marcha atrás".

Abdeslam rechaza su extradición a Francia, que puede prolongarse como máximo tres meses desde la fecha de su detención. El fiscal francés dijo también que en el hecho de oponerse a su extradición puede rechazar su ejecución pero no impedirla. Molins aclaró que el reclamo de Francia a Bélgica no toma la forma de una demanda de extradición, sino el de una “euroorden”, que prevé una tramitación mucho más abreviada.

El abogado del supuesto terrorista dijo que peleará legalmente contra cualquier intento de que Abdeslam sea entregado a Francia, por considerar que su cliente tiene mucho que contar a los investigadores. "Salah es de gran importancia para esta investigación. Yo diría incluso que vale oro", dijo el letrado.

El siguiente paso formal en el proceso judicial contra Abdeslam será el miércoles próximo, cuando el sospechoso comparezca ante un tribunal en Bruselas.