Ernesto Sanz, exsenador nacional y expresidente de la UCR, aceptó este martes la propuesta del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, de integrar la mesa de decisiones del presidente Mauricio Macri como representante del radicalismo.

En un principio, el ofrecimiento iba a dirigido a Cornejo, pero el mandatario la rechazó por querer abocarse a sus tareas de gobernador. El nombre de Sanz surgió después y fue tomado dentro del ámbito de Cambiemos como un regreso del dirigente radical a la actividad política más dura.

Voceros de Sanz dijeron a Télam que el dirigente "aceptó porque no va por su propio rol, sino por el equipo, lo que le da tranquilidad".

La determinación del presidente Macri de incorporar nuevos actores al centro de toma de decisiones de Cambiemos se da en medio de la crisis política y económica desatada por la devaluación del peso y el pedido de auxilio, por parte de la Argentina, al Fondo Monetario Internacional.

La denominada “mesa chica” estará encabezada en primer lugar por el presidente de la Nación. A su lado estarán, además de Ernesto Sanz, el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el secretario de Fortalecimiento Institucional de la Nación, y hombre de Elisa Carrió, Fernando Sánchez, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, que hasta hace poco esperaba que lo designaran en una embajada europea.

Desde el entorno más cercano a Cornejo justificaron su decisión de no aceptar la invitación presidencial. “No participará activamente, sino que lo hará de manera secundaria”, matizaron. Según las mismas fuentes, como el Gobernador “tiene que gestionar la provincia y no puede estar instalado en Buenos Aires dos o tres días a la semana”, prefirió proponer a Sanz como referente del partido “mientras que él participará de alguna ocasión especial que lo amerite”, afirmaron.

Esta nueva actitud de Macri en pos de retomar un diálogo que en los últimos meses había cerrado fue bien recibida por los distintos sectores políticos. Tanto desde la UCR como dentro del PRO, varios nombres que –por diversas circunstancias– fueron siendo desplazados hasta cobrar menos protagonismo en la gestión ahora creen que tendrán la posibilidad de ser escuchados otra vez.