La Cámara de Diputados avaló el aumento salarial a los docentes realizado por decreto del gobernador Alfredo Cornejo, por lo que el decreto 228 pasó a ser ley. La realidad es que hubo empate al comienzo de la votación, debido a que los diputados Guillermo Pereyra y Marcos Niven se abstuvieron de votar. Pero en un caso como este, el voto del presidente de la Cámara baja vale doble, por lo que él fue Néstor Parés quien desempató a favor del decreto.

Por lo tanto, el aumento comenzará a regir de manera retroactiva a marzo de este año. El tema de aproximadamente cuatro horas de debate en el recinto tuvo que ver con el controvertido ítem aula, que quedó incluido en el decreto.

Sorprendió la decisión de abstenerse de votar que tomó Guillermo Pereyra, diputado del Frente Renovador. La sorpresa fue porque durante el debate dijo claramente que él creía que implementar el ítem aula significaba controlar el ausentismo escolar a través de la degradación y la baja de salarios. “Yo no puedo votar favorablemente este proyecto porque no está de acuerdo con el pensamiento de los trabajadores”, agregó el legislador, y algunas de las personalidades del SUTE que estaban en el recinto incluso lo aplaudieron.

Marcos Niven, desde el Partido Demócrata, había adelantado cierta conformidad con el decreto y el polémico ítem. Explicó que ayer, martes 22, se había reunido con el SUTE y luego con el gobernador Alfredo Cornejo, quien le prometió que dentro de tres meses se hará una evaluación de los resultados de la aplicación del aumento y del incentivo para poder revisarlos. Sin embargo, también tomó la decisión de abstenerse en la votación nominal.

Finalmente, se desempató con el voto afirmativo de Néstor Parés, el presidente de la Cámara de Diputados y titular del bloque radical.

Guillermo Pereyra (FR) y Marcos Niven (PD) se abstuvieron de votar. Foto: Axel Lloret.
 

El mea culpa de Ilardo

Desde el bloque del Partido Justicialista llamó la atención el discurso del diputado Lucas Ilardo. Hizo algunas referencias históricas, principalmente sobre el aniversario próximo del Mendozazo, comparando la situación de ese entonces con la actual. Posteriormente, en un breve cuarto intermedio, el SUTE cantaba “Se viene el Mendozazo”. Ilardo pidió que Cornejo reviera su posición e hizo alarde de los logros en el ámbito de la educación que se consiguieron durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

El legislador dijo que la educación se estaba privatizando y esgrimió que “las escuelas no son empresas, los docentes no son gerentes y mucho menos los chicos son productos de esas empresas”.

Llamó la atención al decir que los gobiernos peronistas habían cometido muchos errores, y le pedía a Cornejo que no los repitiera. Así y todo, dijo que no lo iban a correr por ser peronista y por ser del mismo color político que el gobierno anterior, “con el que tuve mis diferencias”, agregó.
 

La visión de la izquierda

Desde el Frente de Izquierda, Cecilia Soria y Macarena Escudero argumentaron que las más perjudicadas con el ítem aula serán las mujeres y que de esta forma se retrocederá en los logros conquistados por la política de género. Soria especificó el caso de las docentes de la Escuela Virgen del Rosario, de Lavalle, gracias a quienes se dieron a conocer públicamente los casos de Soledad Olivera y Johana Chacón.

Luego del debate, la senadora Noelia Barbeito adelantó que pedirán que se anule la sesión de hoy.