En el marco de la vigilia cultural que antecedió el día del comienzo del segundo juicio provincial donde se juzga a una decena de represores, la producción del programa periodístico 678 montó su propio móvil en la explanada de la Casa de Gobierno y transmitió en directo, relatando lo sucedido en esa noche que para miles de mendocinos fue “histórica”.

Sandra Russo, referente del envío que se emite cada noche por el canal público, se mostró visiblemente emocionada en el masivo evento que movilizó a miles de jóvenes y familias enteras, y no sólo a militantes de derechos humanos y familiares de las victimas del terrorismo de Estado.

“Era la condena que esperábamos”, dijo a este medio cuando fue consultada sobre sus primeras sensaciones luego de haber escuchado la sentencia en la que cuatro de los tres imputados recibió cadena perpetua, y la totalidad de ellos la obligación de cumplir su condena en cárcel común.

La periodista sostuvo que si bien “ya se había esperado mucho tiempo, da gratificación saber que (los represores) van a estar en cárceles comunes”. Agregó que “por lo menos llegó una justicia más justa que la ha llegado antes”.

Sobre el enlace entre el fin del primer juicio que se cumplió en esta provincia, en San Rafael concretamente,  y el segundo, Russo expresó que “da una sensación casi de justicia poética que tiene que ver con esa continuidad entre la condena reciente y el nuevo proceso que se abre”.

Para la periodista de 678 “hay muchas deudas pendientes en Mendoza, y por lo que estuve hablando con la gente de acá creo que la percepción de todos es que hoy empieza una nueva etapa”.

En este sentido, hizo referencia al núcleo de abogados y magistrados mendocinos que han sido acusados de cómplices de la pasada dictadura cívico militar y que sin embargo siguen sin ser investigados plenamente por el “amiguismo” que reina en la justicia federal. También se refirió a los conocidos intentos de obstaculizar la vigencia de la nueva ley de medios por parte de jueces y legisladores de esta provincia.

Por esos motivos, Russo celebró la cantidad de gente que asistió a la vigilia cultural. “Esta movilización, es la expresión de un hartazgo, de ser comunicados por un solo grupo de comunicación, por un poder judicial viciado.” Añadió que “por suerte hay una política nacional de derechos humanos que se cumple y que tenemos que seguir apoyando”.

Para concluir aseguró que el reclamo de justicia por delitos de lesa humanidad es “una lucha colectiva, que le pertenece al pueblo, y no a un sólo gobierno”.

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