Después de más de un año de enfrentamientos, Bernie Sanders apoyó la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia de Estados Unidos. El senador y la ex primera dama compartieron escenario en un acto de campaña en Portsmouth. Así, los demócratas se sienten respaldados.

Después de pelear su propia candidatura y asegurar que Clinton no era lo suficientemente progresista, Sanders dijo que hará todo lo posible para que ella sea la presidenta de EE.UU. El respaldo quedó demostrado en New Hampshire el pasado martes 13, estado donde Clinton ganó por 22 % en las primarias de febrero.

Además, Bernie Sanders criticó a Donald Trump, el candidato presidencial republicano, y afirmó que Hillary es "la única opción para derrotarlo", proyectando una unidad democrática. Él considera que no se necesita un presidente cuyo eje central sea la intolerancia, insultar a los mexicanos, a los latinos, a los musulmanes, a las mujeres.

"La profunda lección que aprendí de todo esto es que esta campaña no es sobre Hillary Clinton, Donald Trump o Bernie Sanders, o cualquier otro candidato que buscó la presidencia. Esta campaña es sobre las necesidades de la gente estadounidense y sobre atacar las serias crisis que enfrentamos. Y no me cabe ninguna duda de que, de camino hacia noviembre, Hillary Clinton es de lejos la mejor candidata para hacer esto", dijo Sanders.

La candidata demócrata desde ahora cuenta con el apoyo de Sanders y deberá conseguir los votos de sus 12 millones de seguidores antes de la convención demócrata que se celebra del 25 al 28 de julio en la ciudad estadounidense de Philadelphia. Según un sondeo de Pew Research Center, alrededor del 85 % de los demócratas que lo respaldaron en las elecciones primarias dijeron que planeaban votar por Clinton en las elecciones generales. 

El senador cuenta con el apoyo de los jóvenes, pero la opinión de ellos sobre Hillary varían según la etnia. La mayoría de los negros y asiático-estadounidenses tiene una opinión favorable de la demócrata, mientras que la situación de los blancos e hispanos no es tan así: sólo el 26 % de los jóvenes blancos tiene una opinión positiva sobre Clinton y de los hispanos, el 49 %.