Esther Lucía Sánchez, decana de la Facultad de Ciencias Económicas

Los nuevos paradigmas de la economía digital demandan un replanteo del rol de la Universidad en la formación de profesionales. Esto implica realizar profundos cambios al definir para qué se los formará y cuál será la metodología del proceso, considerando que deberán saber aprovechar la inteligencia artificial en lugar de ser sustituidos por ella.

La formación en competencias, generales y específicas, y el fenómeno de disponibilidad de contenidos en forma instantánea confluyen en la resolución de problemas del ámbito profesional. El desafío para la UNCUYO en sus 80 años es formar profesionales que deberán saber, saber hacer y saber ser.

Néstor Ciocco, decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
 

La Facultad más joven de la UNCUYO, de cara al 80.º aniversario de la Universidad

La particular historia de las “ciencias básicas” o “ciencias puras” en la UNCUYO es rica y se remonta a los albores mismos de nuestra universidad. Sin embargo, acaban de cumplirse apenas cinco años desde que la Asamblea Universitaria aprobara por unanimidad, el 31 de marzo de 2014, la transformación de lo que fuera el Instituto de Ciencias Básicas, el ICB, en la actual Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.

La creación del ICB en 1992 por decisión del Consejo Superior de la UNCUYO se vincula con la necesidad de cubrir la falencia generada en 1973, cuando se crearon las universidades nacionales de San Luis y San Juan, en cuyas unidades académicas se desarrollaban, como consecuencia de la disolución en 1956 del Departamento de Investigaciones Científicas (DIC), las únicas actividades en Cuyo de docencia e investigación específicas en biología, matemática, física y ciencias de la tierra y de la atmósfera. El DIC, que fue fundado en Mendoza en 1949 por el rector Ireneo Cruz a partir de su predecesor, el Instituto de Ciencias Puras, fue disuelto por la intervención militar de la UNCUYO en 1956.

Primeras autoridades electas de la FCEN

El objetivo de la gestión, como primeras autoridades electas, para el periodo 2018-2022 es consolidar lo mucho y bueno logrado en estos primeros cinco años de Facultad, y posicionarla como referente en ofertas de grado, posgrado, investigación científica y transferencia al medio socio-productivo, profundizando la mirada humanista y la formación integral e interdisciplinaria que nos distingue. Para ello, nos basamos en dos premisas: la educación superior es un derecho humano, un bien público social y una obligación del Estado; y la investigación científica, tecnológica y la innovación son motores del desarrollo humano, social y económico.

En el marco de la primera, nos proponemos, entre otras acciones, consolidar la Licenciatura en Ciencias Básicas en sus orientaciones: Biología, Física, Matemática y Química, reacreditarlas ante Coneau según normativa vigente e implementar gradualmente la reciente y también aprobada por Coneau Licenciatura en Geología. También queremos actualizar y fortalecer el Profesorado de Grado Universitario en Ciencias Básicas con las mismas orientaciones e incrementar las posibilidades de inserción laboral de nuestros/as egresados/as en su relevante rol de formadores de formadores; fortalecer el Doctorado en Ciencia y Tecnología (también reconocido por Coneau) y ampliar la oferta de Posgrado; profundizar políticas de inclusión social y acceso efectivo, consolidar nuestra extensa presencia territorial (Mendoza, San Martín, Tupungato, General Alvear y Malargüe) e incrementar políticas de innovación pedagógica, modernización y actualización de planes de estudio.

Con respecto a la investigación e innovación, vamos a poner en marcha el flamante Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas UNCUYO-Conicet e implementaremos nuevos instrumentos para la búsqueda de financiamiento de proyectos de CyT. Además, nos proponemos lograr el mejoramiento imprescindible de nuestra infraestructura edilicia e institucionalizar políticas activas de extensión, vinculación tecnológica, comunicación y divulgación de la ciencia, entre otras acciones.

El desafío de hoy y los primeros 80 años de la UNCUYO

Los previos son algunos objetivos de gestión. Sin embargo, el desafío más relevante de la FCEN y de las Ciencias Exactas y Naturales de nuestro país en la hora actual es no detener su desarrollo y crecer a nivel institucional y académico, pese a las dificultades que atraviesan la universidad pública y la ciencia toda a nivel nacional. Es por esto, entonces, que tenemos mucho por hacer e ideales irrenunciables que defender, tales como lograr que la educación superior esté a disponibilidad efectiva de toda la población, sin exclusiones ni diferencias de oportunidades de ningún origen, o hacer investigación científica y tecnológica en el marco de un proyecto nacional puesto al servicio prioritario del avance efectivo de la ciencia en nuestro país, contemplando los intereses y necesidades de cada sector y de cada habitante del suelo argentino.

Contamos para ello con el apoyo masivo de todos los claustros, el profesionalismo de cada integrante de la Facultad, la contención institucional de la UNCUYO y su rica historia en ciencias básicas, la voluntad colectiva y comprometida de los docentes e investigadores de todo el país y el legado rector de nuestros pioneros y antecesores.

Confiamos en que este conjunto de voluntades logrará superar cualquier escollo que el contexto nos depare. Este es y será nuestro mayor aporte de cara a cada aniversario de la UNCUYO.

Roberto Miatello, decano de la Facultad de Ciencias Médicas

En la década del 40 comenzó a generarse la idea de organizar una Facultad de Ciencias Médicas en Cuyo, que se convirtió en realidad en 1951 por iniciativa del rector Ireneo Cruz. Su creación se sustentó en “el denominador común de ciencia y humanismo”, resaltando la conjunción entre la investigación científica, el arte de curar y la universalidad de la cultura.

Su actividad actual, fiel a ese principio, se desarrolla en el campus, en numerosos centros asistenciales y en barrios del Gran Mendoza. Sus egresados: enfermeros, licenciados, técnicos y médicos, son los principales responsables de la atención de la salud de nuestra población.