En el competitivo mundo del deporte, los atletas a menudo se destacan por su fuerza, resistencia y destreza física. Sin embargo, detrás de cada victoria y derrota se esconde una realidad que a menudo pasa desapercibida: la salud mental y cómo esta puede afectar su desempeño y bienestar en general.

Las presiones constantes, las expectativas del rendimiento, la intensidad de la competencia, las lesiones, la exposición mediática y el retiro son algunas de las circunstancias que generan un desequilibrio emocional en los y las deportistas, que deben cuidarse no solo el cuerpo sino también la cabeza para no caer en enfermedades mentales, como por ejemplo trastornos de ansiedad o depresión.

Para comprender un poco más sobre este tema, desde Unidiversidad hablamos con el doctor Guillermo José Mahía, docente de la cátedra de psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) y especialista en salud mental en el deporte; con Nahuel “Pepe” Parada, jugador mundialista y entrenador de la primera división de futsal de la UNCUYO; Macarena Sánchez, primera jugadora profesional de fútbol femenino en Argentina; y con el exjugador de vóley José Luis González.

El primer tema que abordaron fue la importancia que tiene el goce o disfrute de la actividad que se realiza. Consideran que la esencia pasa por visualizar el porqué se empezó a jugar y los motivos que llevaron a esa persona a convertir esa disciplina tal vez hasta en su medio de vida.

Coincidieron en que la clave principal es que cada deportista goce de lo que hace, sea a nivel amateur o profesional, y nunca perder esa esencia porque si no se transforma en un peso. Esto no quiere decir que, por momentos, se deje de disfrutar la disciplina. Es de suma importancia el apoyo de los grupos de pertenencia (familia y amistades) y el esparcimiento a través de otras actividades, como por ejemplo leer, hacer otro deporte, dar clases, dibujar, entre otras cosas.

Foto: Unidiversidad.

El doble de riesgo para deportistas

El médico psiquiatra Guillermo Mahía aseguró que quienes practican deporte de manera profesional son más propensas a caer en trastornos de ansiedad, depresión y en algunas adicciones, tales como el consumo de estupefacientes o de alcohol.

“El deportista de élite tiene un índice de porcentaje de depresión del doble en comparación a la población normal. Los números marcan que el 5% de las personas comunes y corrientes puede llegar a caer en una depresión, mientras que el deportista alcanza el 10%”, explicó Guillemo Mahía.

El médico psiquiatra Guillermo Mahía junto a su hija durante la Media Maratón de Mendoza. Foto: Guillermo Mahía.

En ese punto, se detuvo Nahuel Parada, entrenador de la primera división de la UNCUYO, al explicar que la salud mental es un tema muy importante, no solo en los deportistas de élite sino también en los amateurs y en la vida misma, por lo que celebró que las y los deportistas de la Universidad tengan acceso gratuito a distintos talleres y charlas para abordar inconvenientes emocionales.

En cuanto a las razones que provocan este fenómeno, el especialista detalló que la presión propia, las expectativas de los medios y de su familia son los principales motivos que llevan al deportista de alto rendimiento a buscar un esfuerzo desmesurado para conseguir los objetivos lo antes posible, lo que genera estrés y una autoexigencia poco sana para la salud mental.

Según explicó el psiquiatra especializado en deporte, este combo puede desencadenar en distintas enfermedades como el estrés, la depresión, trastornos de ansiedad, crisis de pánico, distintos tipos de fobia y, en el peor de los casos, en suicidio.

Un claro ejemplo de padecimientos mentales es lo que le ocurrió a Maracena Sánchez, quien explicó a este medio que hace un par de años sufrió depresión, algo que la sumergió en el lapso más difícil y triste de su vida. “Para enfrentar esta enfermedad es fundamental el diálogo, la comunicación, no encerrarse en pensamientos oscuros y buscar ayuda”, aseguró la jugadora de San Lorenzo.

Cuándo aparecen estos trastornos

El médico psiquiatra explicó que este tipo de enfermedades relacionadas con la mente aparecen principalmente durante la actividad y en los primeros años post retiro. Según sus palabras, el caso de Matías Almeyda —exjugador de River y de la Selección argentina, ahora entrenador de fútbol— es emblemático en esta cuestión y muy interesante de leer.

“Es un muy difícil pasar de una semana a otra a no de tener un proyecto de vida. El jugador que se ‘jubila’, generalmente, no llega a los cuarenta años. No hay más adrenalina y no te llaman por teléfono”. Por este motivo, el psiquiatra remarcó que al deportista “hay que ir programándolo para esta situación y que esté preparado para buscar otros horizontes”, explicó Mahía.

En tanto, Pepe Parada puntualizó que las personas que se retiran de una actividad profesional o federada sufren mucho el cambio de estilo de vida y muchas veces aparecen desarreglos en la vida cotidiana, como subir de peso, fumar más o tener mucho tiempo de sobra, lo que provoca un cimbronazo emocional, un shock muy marcado en la rutina diaria de sus vidas.

La  futbolista de San Lorenzo contó más detalles de la depresión que sufrió durante su vida profesional: "Ocurrió en marzo de 2020. Venía sintiéndome bastante mal, aunque no me animaba a comentarlo abiertamente. Ni siquiera en terapia. Empecé a sentir que mi vida no valía, que no tenía sentido. Que todo lo que yo tenía, todo lo que había conseguido, ya no me era suficiente. Tenía ganas de desaparecer, de morirme".

Maca Sánchez, actual jugadora de San Lorenzo y primera mujer profesional del fútbol argentino / Foto: gentileza Macarena.

En este sentido, José Luis “Pepe” González hizo hincapié en que esa situación que pasó su colega se debe a las propias presiones que el o la propia deportista pone en su cabeza para superarse y no bajar el rendimiento.

“La presión de mantenerse en el máximo nivel de competencia posible muchas veces provoca un desgaste mental que desemboca en problemas de salud. Si no rindo, no me llaman de la selección; si no mejoro, puedo perder el puesto, o tengo que mostrar lo mejor de mí para lograr una venta. Estas son algunas de las frases que nos conducen a este tipo de problemáticas que son más graves que cualquier lesión a lo que sí el deportista mira con miedo y de reojo”, aseguró el exdeportista radicado en San Rafael.

La herramienta clave para salir de la enfermedad

En este punto, todas las personas entrevistadas en esta nota coincidieron en que la comunicación es la herramienta más poderosa a la hora de prevenir padecimientos mentales.

La primera futbolista profesional del fútbol femenino argentino recalcó: “La comunicación es la herramienta más importante para prevenir y/o enfrentar un problema de este tipo. A mí fue lo que me salvó la vida y es lo primero que suprimen las personas que atraviesan este tipo de situaciones”.

Pastillas sí o pastillas no para el tratamiento

En cuanto a los tratamientos recomendables para los casos de ansiedad, estrés, problemas de sueño y bajones anímicos, Guillermo Mahía nombró a la meditación mindfulness, como así también la importancia de incorporar técnicas de respiración.

En cuanto al tema de la medicación, el médico se mostró a favor al considerar que las pastillas antidepresivas no son adictivas y trabajan como neuroprotectores ante una situación de estrés y permite fluir a la persona.

“El cerebro va a vivir más en los casos en que se toma antidepresivo que en aquellos que no lo hacen. A no tenerle miedo, es solamente un tratamiento. Generalmente se habla de un tiempo de 8 meses, siempre evaluando cada cuadro de manera particular. En muchos casos, la persona se ve beneficiada por ingerir este tipo de medicación”.

Maca Sánchez reconoció que la situación comenzó a afectarle en todos los planos de su vida, tanto profesional como personal. Fue allí que se sometió a un tratamiento psiquiátrico, al que consideró clave para asimilar que lo que estaba teniendo era un padecimiento mental. “Fue en ese momento en que me di cuenta que tenía que enfrentar el problema, salir adelante. Fue el primer gran paso que di para salir adelante”, contó.

Por su parte, el entrenador de la primera división del futsal de la UNCUYO reconoció que hubo algunos casos que se presentaron en el Club de la Universidad, aunque no fueron chicos ni chicas que pasaron por sus manos a la hora de entrenar. “Es un momento complicado para cualquier persona, sea en la etapa que sea. Por suerte, estos chicos tuvieron la valentía de contar lo que les pasaba y recibieron la contención adecuada para superar aquellos escollos”, aseveró Pepe.

Finalmente, el exjugador sanrafaelino criticó la falta de herramientas que existen en las disciplinas deportivas para afrontar este tipo de problemáticas: “¡No hay absolutamente nada! Son muy pocos los equipos que tienen psicólogo o psicóloga. Los clubes se fijan mucho en la integridad física de los y las futbolistas, pero no tanto en la integridad psíquica. Y no tengo dudas de que el bienestar de una persona pasa por un equilibrio entre ambas cosas",

El impacto de la exposición mediática

Por último, Guillermo Mahía se refirió a los inconvenientes que provoca la exposición mediática. Afirmó que de alguna u otra manera siempre aparecen problemas en este punto, ya sea para quienes la extrañan como para quienes la padecen. Dijo que la personalidad acá es la que determina el manejo de este asunto.

En tanto, la futbolista que vistió los colores de la Selección agregó que depende mucho de cuán grande sea esa exposición mediática, la personalidad del o la deportista en cuestión y la manera en que esta pueda afectar a su círculo íntimo.

En la misma línea, Pepe González insistió con la importancia de incorporar a la vida de estas personas un tratamiento constante y preventivo que ayude a afrontar de la mejor manera todos los desequilibrios que se puedan presentar.