El joven surgido de la cantera leprosa tuvo su bautismo de gol, nada más y nada menos que en el estadio Bautista Gargantini. Lamentablemente para él, la alegría duró poco, ya que la visita amargó lo que parecía el primer triunfo del año para el Azul que, a trece fechas del final, sigue en zona de descenso.

Sobre el gol y un nuevo empate en el año, Cerutti comentó: "Lo dulce duró bastante poco. Queda el sabor amargo, porque teníamos mucha fe para cortar esta racha y no se nos pudo dar. Volveremos a intentarlo la semana que viene". En cuanto a la situación que vive el club, expresó: "Los tiempos se acortan, nos juega muy en contra la ansiedad de regalarnos y regalarle un triunfo a la gente. Entrenamos muy duro y las cosas no se nos dan. Son piedras en el camino que hay que saber atravesarlas".

"Es muy duro ver sufrir a la gente, a mi familia y a mis compañeros. Es muy duro para nosotros que los resultados no se nos den", manifestó el jugador sobre el presente que atraviesa la institución. Para finalizar, se refirió al momento en el que el balón ingresó al arco rival. "Me acordé de mi novia, que me lo venía pidiendo hace bastante, y de un amigo mío, el Cabezón. Desde que soy chiquito lo conozco y siempre me bancó. Cuando yo no tenía un sueldo, acá me dio trabajo. Estoy muy agradecido a él por todo lo que ha hecho por mí", sentenció.

Escuchá a continuación a Mauro Cerutti.