Con un lanzamiento innovador, el pasado 7 de octubre la artista lanzó "Monstruo", un video álbum formado por canciones personales y sensibles, que viajan desde la simpleza de lo nostálgico e íntimo hasta la explosión de lo rítmico y oscuro del rock. El formato innova en la modalidad de poner en diálogo el audiovisual y la música en vivo, adoptando nuevos lenguajes para los siempre vigentes ritmos del rock indie mendocino. 

En su primera presentación con banda, Romi López y Las Tortugas se aventuran a la experiencia de lo colectivo. Habitando el deseo de compartir el camino de construir junto a músicos y músicas locales, la solista suelta el control de todas las etapas de producción del disco para dar lugar protagónico a quienes respeta y con quienes comparte su visión de la música. “Los invité a jugar para que contemos juntos este viaje que es la música en nosotros”, afirma la cantautora. 

“No soñé con vencer la oscuridad”, sostiene en el primer tema, ahondando en un mundo interior que reconocen todas las mujeres. El disco es un viaje que invita a trasladarse por un jardín de flores en el que el tiempo pasa como si fuese un día, con el despertar de la música de Romi en guitarra, Silvina Ormeño en batería, Santiago Maradona en bajo, Álvaro Alaniz en guitarra, Gabriela Guembe en cello y Ernesto Pérez Matta en percusión. Un relato construido con la trama de las letras nos lleva del día a la noche en 9 canciones. Como un barco que se mueve al compás de la marea, la invitación a las audiencias es a dejarse trasladar en el tiempo y el espacio, soltando al monstruo que habita en cada quien. 

En este universo monstruoso interior, valiente es quien no deja que se muera todo dentro, remata la compositora casi al final de Monstruo. “Mi encuentro con la música fue largo y angustiante, hasta que me acepté como parte de ella, este disco álbum es un recorrido emocional por mi encuentro con mi monstruo interior, el monstruo soy yo”, relata Romi como un preludio para quienes invita a recorrerla mientras se monta la performance del video. Con la energía de quien dice estar harta de las palabras y necesitar que la música vuelva a ser algo que escuchamos con todo el cuerpo, lo novedoso está en quien escucha y no en quien canta o toca.