Lucas Rodríguez, abogado miembro de la Asociación Xumek, que patrocina a los sobrevivientes de abusos del Instituto Próvolo, habló en “El Verano no se negocia” sobre la carta enviada al Papa Francisco, que denuncia la conducta “negacionista” de la Iglesia Católica en los juicios civiles que se están realizando en la provincia.

“La carta es un tipo de lucha pública que refleja las contradicciones que están teniendo quienes representan a la Iglesia en este conflicto. En realidad existen contradicciones tremendas entre la solidaridad que manifiestan en relación a las víctimas y cómo tienen en los procesos judiciales una actitud  agresiva, que ponen en duda las declaraciones de las víctimas, y que funcionan prácticamente como una compañía de seguros”, destacó Lucas Rodríguez, abogado miembro de la Asociación Xumek.

En este sentido, la causa que ahora avanza a través de la Justicia Civil, busca llegar a un acuerdo para que las víctimas obtengan una reparación. Sin embargo, a través de la carta, Lucas Rodríguez denunció las contradicciones y conductas evasivas de la Iglesia Católica y del monseñor Alberto Bochatey. 

“No comparto y no entiendo la actitud del padre Bochatey, que es el interventor de la Orden, de cuidarle la plata a una Orden de violadores que ha sido cuestionada por abusos sexuales en Italia, en La Plata y acá. Yo esperaba otra actitud, pidiendo perdón o disculpas pero tiene una actitud negacionista de los hechos y cree que las víctimas inventan y mienten. Ahora lo que quiero es que la Iglesia no quiera evadir su responsabilidad institucional por lo que está pasando en los juicios”, expresó Rodríguez.

Además, con respecto a la carta enviada al Papa Francisco, el abogado busca que el Sumo Pontífice  genere acciones y reconozca los hechos que sucedieron en la Institución.

“La única respuesta que quiero del Papa es que se traduzca en acciones, no quiero una carta de contestación, porque si queda solamente en eso volvemos a lo mismo.  Pero por el otro lado también quiero que después no puedan decir que ellos no sabían nada.

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