Rodolfo Suárez asumió ayer su cargo como intendente de la Capital, al que había accedido en carácter de reemplazo de Víctor Fayad, fallecido en agosto de 2014. Lo hizo de la manera más legítima: ganando primero las PASO y, luego, las generales con más del 60 % del apoyo popular.

Lo que llamó la atención es que en su discurso, presenciado por los recién asumidos intendentes radicales de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar; de Las Heras, Daniel Orozco; y el jefe comunal de Maipú, el peronista Alejandro Bermejo, hizo hincapié en el lado que más se critica a las gestiones radicales que han gobernado sucesivamente la capital de Mendoza: que no tienen una verdadera política de inclusión, sobre todo con los barrios del Oeste, donde habita la población con mayores necesidades. Según afirmó, el Municipio llegará con políticas de inclusión allí donde los vecinos y vecinas más necesiten de su presencia. Sin embargo, no dejó de destacar a la gente que lo convirtió en intendente con un masivo apoyo.

En la segunda parte de su discurso se mostró a favor de normas que generaron algún tipo de polémica, como la aprobación del Código de Convivencia, fuertemente criticado  por su carácter “represivo”, según lo consideraron algunos dirigentes políticos, sobre todo los pertenecientes a sectores de izquierda. En cambio, Suárez le dedicó un trayecto de su discurso, asegurando que ha generado orden y paz social.
 

Todas las voces por la inclusión

Quizás el mensaje de Suárez fue como una marca de gestión, pero también para alejarse de todas las críticas recibidas por la actual oposición durante la campaña, que señalaban como "padre del ajuste" al actual gobernador Alfredo Cornejo (presente en el acto) cuando era candidato por el frente Cambia Mendoza. De acuerdo con esas acusaciones de campaña, el costo de ese ajuste lo pagarían los más pobres.

Suárez buscó con este énfasis discursivo demostrar que un Estado austero no es un Estado ausente. Todos los intendentes oficialistas que asumieron durante los últimos días de la semana –Tadeo García Zalazar lo hizo el miércoles en Godoy Cruz; Daniel Orozco en Las Heras; Marcelino Iglesias en Guaymallén y el propio Suárez en Capital– mencionaron el tema de la presencia del Estado en favor de quienes más lo necesitan. Código que también se encargó de destacar el gobernador durante sus alocuciones en la jura ante la Asamblea Legislativa y en la Casa de Gobierno.

Además, Cornejo está dejando entrever que quiere superar la lógica internista del partido al que pertenece, abriendo el juego a las distintas líneas del radicalismo a la hora de gobernar. Un estilo muy diferente del que sostenían antiguos dirigentes, como Roberto Iglesias y el difunto Fayad, quienes marcaron una época en la cual la UCR estaba escindida entre los que apoyaban a Julio Cobos y los que defendían el radicalismo a ultranza. En esta nueva forma de liderar la política tiene sus raíces el masivo apoyo que los mendocinos y mendocinas le dieron a la  propuesta de Cambia Mendoza.