El último escollo que persistía para abreviar el juicio oral y público por el enriquecimiento ilícito de Ricardo Jaime y sus testaferros parece haber sido superado. Este mediodía, Manuel Vázquez, testaferro del exfuncionario y hacedor de negocios oscuros durante la administración de Jaime de la Secretaría de Transporte del kirchnerismo, aceptó su culpabilidad, pagará una multa millonaria y obtendrá una pena.

Vázquez era el único de los testaferros de Ricardo Jaime que había dicho que no tenía dinero para pagar la multa millonaria. Luego de varios operativos judiciales en los que se detectó que, por ejemplo, tenía en su casa obras de arte y otros objetos de valor, decidió pagar la multa, que rondaría los 18 millones de pesos, en cuotas.

También aceptó pagar la multa que le corresponde a su hijo Julián, está imputado por ser uno de los varios testaferros que usó Jaime para esconder el dinero que obtuvo ilícitamente mientras estuvo al frente de la Secretaría de Transporte durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

Vázquez tendrá una pena de tres años de prisión por enriquecimiento ilícito que se sumará a las condenas anteriores. El acuerdo también implica una pena en suspenso para su hijo Julián Vázquez.

Con este acuerdo se suspenderá el juicio, ya que Jaime había pactado con la fiscal admitir que se enriqueció ilícitamente, pagar una multa de unos 12 millones de pesos –más la de sus familiares– y cumplir una pena de cuatro años de prisión. Esa pena se le compondrá con las otras que tiene –ya acumula ocho años de prisión–, entre ellas, la que le corresponde por su responsabilidad en la tragedia de Once.