La noche mexicana daba los últimos signos de actividad, faltaban diez minutos para la medianoche. Los últimos pasajeros del metro de la Ciudad de México esperaban el servicio cuando las luces se apagaron y el movimiento abrumador comenzó. Por 130 segundos la gente se paralizó. Los 8,4 grados en la escala de Richter, que se originaron a 100 kilómetros al suroeste del estado de Chiapas, azotaron a más de la mitad de los estados mexicanos y a algunos guatemaltecos.

Los estados más golpeados fueron Chiapas y Oaxaca. En la ciudad de Juchitan, de Oaxaca, el Palacio Municipal se destruyó, sus cimientos cedieron dejando atrapadas personas debajo de los escombros. La energía eléctrica se interrumpió.

Oaxaca, uno de los estados más pobres de México, no tiene ambulancias para auxiliar a los heridos y ya suma 23 muertos. En sus calles se pueden distinguir los adornos preparados para las fiestas patrias que serán en una semana. Banderas y ornamentos se retuercen entre hierros, cemento y sangre de los heridos. Un voluntario del pueblo rescata de entre los escombros la bandera mexicana y la isa sobre lo que queda de la Presidencia Municipal.

En la Ciudad de México, las personas salieron a sus balcones pensando que las luces que se veían en el cielo eran producto de alguna tormenta, o que el huracán Irma ya había llegado con sus relámpagos pero lo que en realidad veían eran las llamadas “luces de terremoto”.

El Ángel de la Independencia, ícono de la Ciudad de México que en el último terremoto de 1985 se cayó de su pedestal, estuvo cerca de repetir su desgracia. El presidente Enrique Peña Nieto declaró que “Este es el temblor más fuerte que hemos registrado en al menos los últimos 100 años”.

Hasta el momento se registran 33 muertos y 185 réplicas. Los mayores de 40 años las resienten, como testigos del terremoto que destruyó más de la mitad de la Ciudad de México hace 32 años. Saben que el golpe de gracia y los mayores destrozos pueden venir con ellas y no con el primer movimiento. Los especialistas estiman que los movimientos posteriores alcancen los 7 grados en la escala de Ritcher aunque hasta ahora la más potente registrada ha sido de 6.1.

Hasta el próximo lunes, los gobiernos de once estados han suspendido las clases en todas las escuelas primarias, secundarias y preparatorias. Incluso la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) canceló sus actividades, algo poco común en su administración.

“Retiembla en su centro la tierra”, frase del himno nacional de los Estados Unidos Mexicanos, ha sido tomada por los más jóvenes del país para memes y chistes en las redes sociales. Mucho más explotado fue el slogan del PRI, partido del actual presidente de los mexicanos, “Estamos moviendo al país”, objeto de burlas y cientos de retuits.

“Es típico de los mexicanos, nos burlamos de la muerte, no nos vamos a burlar de un temblorcito”, comenta una habitante del estado de Hidalgo.