En un contexto en el que la educación pública universitaria argentina enfrenta un futuro incierto y severas restricciones presupuestarias, la obra y el pensamiento del filósofo mendocino Arturo Roig cobran una vigencia innegable. Roig defendió con fervor la educación universitaria y el poder transformador del conocimiento como herramientas indispensables para la construcción de una sociedad justa. Por eso, la reaparición de un seminario con su nombre –y tal como él lo concibió– se erige como un espacio de reflexión y debate crítico sobre esta actualidad, pero también como un bastión de compromiso con la universidad pública para alentar a la sociedad, sobre todo a estudiantes, docentes e investigadores, a defender de manera activa una educación que no puede medirse únicamente en términos económicos, sino que debe ser valorada por su aporte cultural y social.

Marisa Muñoz es doctora en Filosofía, docente de la UNCUYO y directora del Instituto de Filosofía Argentina y Americana

Arturo Roig y su legado permanente

Roig, filósofo mendocino y exdocente de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), dedicó su vida a repensar la universidad desde una perspectiva de horizontalidad y democracia. Fundó el denominado “seminario permanente”, un ámbito de encuentro en el cual la comunidad universitaria, investigadores e investigadoras se reunían para reflexionar sobre temas filosóficos y teóricos en igualdad de condiciones. Inspirados en ese legado es que la UNCUYO, la Facultad de Filosofías y Letras y el Instituto de Filosofía Argentina y Americana retomaron los encuentros bajo el nombre de "Seminario Arturo Roig", abiertos a todo público.

Para Marisa Muñoz, doctora en Filosofía y docente de la UNCUYO, este seminario no solo representa una metodología educativa innovadora, sino también un símbolo de resistencia y unión para la comunidad universitaria. "Sigue siendo un lugar de compromiso, debate y reflexión crítica, fiel al espíritu de Arturo y a su profunda creencia en el poder transformador del conocimiento y la educación democrática", indicó la también directora del Instituto de Filosofía Argentina y Americana.

Otra de las partícipes de este seminario es Marcela Aranda, doctora en Historia y docente en las cátedras de Historia de las Ideas Políticas y Sociales Americanas y Argentinas e Historia Americana Contemporánea en la UNCUYO. Ella considera que el legado de Roig es un llamado constante a cuestionar y renovar ideas, a romper los límites establecidos y a generar conocimiento relevante y novedoso. “En mi opinión, es fundamental dar visibilidad al trabajo de los investigadores y a las dificultades que enfrentan, así como promover preguntas que favorezcan una mejor comprensión de los desafíos actuales, sobre todo en este contexto de crisis que atraviesan las universidades públicas”, sostuvo.

A su vez, Aldana Contardi, doctora en Filosofía y docente adjunta en las cátedras de Historia de la Filosofía Latinoamericana y Argentina, destacó la horizontalidad en el diálogo de los seminarios y talleres universitarios inspirados en Roig. “Considero que la clave es el intercambio auténtico entre docentes y estudiantes. Además, es primordial destacar la importancia de la universidad pública al señalar que hay aspectos de la vida y de la educación que no se pueden medir en términos de precios o productos”, afirmó. Según Contardi, estos espacios buscan crear y reproducir cultura, el verdadero sentido de la educación colectiva.

Este espacio invita a estudiantes, docentes, investigadores y a la comunidad en general a sumarse a la defensa activa de la educación pública.

En este sentido, Muñoz señaló que el compromiso con la universidad pública representa una militancia activa que abarca tanto el ámbito académico como una postura en el ámbito social. “Para nosotros, el Seminario Arturo Roig ofrece un espacio de reflexión sobre categorías sociales y temas específicos que son cruciales para entender el contexto actual”, afirmó. Muñoz resaltó la influencia de Roig, que “nunca pensó un concepto desligado de la realidad social”. La docente mencionó que conceptos como civilización y barbarie, de Sarmiento, siguen presentes en los debates modernos sobre identidad y sociedad.

Al reflexionar sobre el valor cultural de la universidad pública, Contardi subrayó la relevancia de su rol en áreas como las artes y las humanidades. “Un ejemplo que me parece importante mencionar es la Fiesta Nacional de la Vendimia, evento donde muchos artistas y técnicos formados en la universidad pública encuentran un espacio significativo de expresión cultural, aunque no siempre sea valorado en términos económicos”, indicó.

Por otro lado, Muñoz afirmó que el Seminario Arturo Roig busca “escapar de las dicotomías simplistas” que muchas veces dividen a la sociedad. A su juicio, este tipo de seminario constituye un espacio de reflexión crítica que permite un entendimiento profundo de la complejidad de la realidad social, tal como lo promovía Roig.

La obra y el legado de Roig son un recordatorio del compromiso necesario con la educación gratuita y la investigación científica

Este seminario comenzó el 23 de octubre y continuó el pasado 6 de noviembre. No obstante, está planeado que se mantenga durante todo el 2025 de forma intinerante. “No estamos pensando en bajar los brazos”, afirmó Muñoz, al señalar que la coyuntura actual requiere de un esfuerzo colectivo para defender no solo la universidad, sino también la ciencia y la educación en general. Según Muñoz, el seminario es un espacio donde los temas tratados siguen el espíritu de Roig, abordan categorías sociales y conceptos que no se pueden desligar de la realidad. De hecho, para las tres entrevistadas, este seminario representa una luz en tiempos difíciles, un lugar donde los valores que Roig defendió siguen vivos y movilizando a una nueva generación de universitarios y universitarias comprometidas con la transformación social y educativa.