La Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo restaurará el invernáculo de la Quinta Agronómica de Mendoza, que la provincia fundó por iniciativa de Domingo Sarmiento a fines del siglo XIX y ahora formará parte del Museo universitario.

La Quinta Agronómica ocupó un área de los terrenos del actual Centro Cívico de Mendoza, construido en 1948, sede de los Tribunales y del estado provincial. Fundada en 1870, la Quinta se sembró en la finca que había donado a la provincia la familia Corvalán. "Antes de terminar mi gestión, en agosto de 2018, tengo pensado... ¡quisiera! inaugurar el invernáculo restaurado de la Quinta Agronómica. Para la Facultad es una responsabilidad institucional rescatar su propia historia. Se debe revalorar el empuje y el apoyo de Sarmiento a Michel Aimé Pouget, el enólogo francés que implantó las primeras cepas para cultivar Malbec en Mendoza", afirma Concepción Arjona, decana de la Facultad.

Con una estructura de hierro fundido y vidrios repartidos, el invernáculo –de 80 metros cuadrados– también es de origen francés. A fines del siglo XVIII lo compró en Europa León Wals, un productor agropecuario de Buenos Aires. Se lo vendió al Estado Nacional durante el gobierno de Nicolás Avellaneda que, a su vez, lo envió a Mendoza para la Quinta Agronómica.

La arquitectura del invernáculo fue muy contemporánea a su época. De estilo jardín de invierno victoriano, esta suerte de templo botánico empezó en jardines de ingleses exploradores y curiosos que coleccionaban y estudiaban especies.

Sede de una gran variedad de plantas, cepas, flores y hongos, en 1874 se dictó la primera clase de agricultura en la Quinta Agronómica. En 1897 se refundó como Escuela Nacional de Vitivinicultura. El primer director fue Domingo Lino Simois, un ingeniero agrónomo uruguayo graduado en el Instituto Santa Catalina de Llavallol, en el sur del Gran Buenos Aires. El Ministerio de Instrucción Pública lo nombró director de la Escuela de Agricultura, que se refundaría en la antigua Quinta Agronómica mendocina.

"Simois trajo 600 variedades de vid, hizo construir la bodega Provisoria, instaló el Laboratorio de Patología Vegetal, principalmente dedicado a las enfermedades de la vid, y en 1902 inauguró la Bodega Modelo, por donde pasaron más de 40 generaciones de enólogos y diez de ingenieros agrónomos. Simois también fundó la Estación Enológica para distintos tipos de ensayos, especialmente con levaduras traídas de Francia. Trazó además la Calle de las Casuarinas, que aún existe en el Centro Cívico de Mendoza", comenta Francisco A. Melis, historiador, nieto de un ingeniero sardo que había llegado a Mendoza en 1911 para trabajar en la minería.

También fue auxiliar docente de la cátedra de Mecánica Agrícola que funcionaba en la Escuela de Vitivinicultura, ex-Quinta Agronómica. Su nieto, Francisco, recuerda cuando levantaron el invernáculo porque nació ahí, en el actual Barrio Cívico, donde hoy es propietario de una de las rotiserías más famosas del barrio.

La Quinta perduró hasta 1955, cuando la Facultad de Ciencias Agrarias se trasladó a Chacras de Coria.

Puesta en valor

"Queremos rescatar y poner en valor la historia, el valor sustancial que tiene y tuvo la Quinta Agronómica", agrega Arjona. Restablecer la Quinta Agronómica y convertirla en una suerte de museo es mi deseo antes de jubilarme".

De alguna manera, la Quinta Agronómica es el antepasado de la Universidad Nacional de Cuyo: se funda cuando se inauguran las Facultades de Ciencias Agrarias y de Filosofía. Y también está en los orígenes del Liceo Agrícola Domingo F. Sarmiento, uno de los colegios de la Universidad dedicado a la promoción de jóvenes técnicos agrícolas y enológicos.

La sede de la Enoteca, entonces bodega modelo de la Quinta, los olivos y las casuarinas son los únicos sobrevivientes de aquel proyecto que hizo de Mendoza una de las regiones vitivinícolas más importantes del mundo.

Dedicada casi por completo a la enseñanza de la vitivinicultura, de la Quinta egresaron los primeros enólogos argentinos en 1879. El antecedente de la Quinta Agronómica fue la Quinta Normal, que funcionó en la zona de la plaza Independencia, entre 1853 y 1858. Estuvo a cargo de Pouget. Cuando se decidió desarmarla en 1935, la estructura original del invernadero quedó a la intemperie hasta que la rescató Francisco Melis.

Bancos, mesas y muchísimos objetos de trabajo, 80 mil documentos escritos, 1500 fotos, 100 videos, un microscopio y el primer herbario podrán ser expuestos en el futuro Museo de la Quinta Agronómica. Francisco también conservó el mástil que estará en la entrada.

Cuando en 1884 el presidente Sarmiento fue a Mendoza, quiso visitar la Quinta Agronómica. "Reconstruir el invernáculo es posible", afirma Melis, que también tiene el frontispicio, 25 arcadas y 44 de las 78 ventanas originales. Restaurado y convertido en el Museo de la Facultad de Ciencias Agrarias, "el invernáculo –concluye Arjona– será un tributo a todos los que hicieron la industria del vino de Mendoza".