Hay un temor, un riesgo latente, que tiene que ver con el siguiente escenario para este verano: que la oferta de energía no pueda cubrir los picos de consumo y que se generen cortes. Para esta temporada 2024/2025, hay un plan para sostener el servicio, pero también hay sucesos que pueden desequilibrar todas las previsiones. El mayor temor es que los eventuales cortes sean más extensos de lo pensado en zonas residenciales. En Mendoza, el EPRE asegura que los deberes están hechos, pero no todo depende de lo que haga la provincia.

La red eléctrica nacional es compleja y los mayores riesgos de colapso se dan entre diciembre, enero y febrero, cuando las olas de calor rompen récords de demanda cada año. En febrero de 2023, se alcanzó el récord de 29.653 MW (megavatios) en un día. Para esta temporada, según la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía de la Nación, se espera que esa demanda alcance los 30.700 MW.

El punto de conflicto está en el desequilibrio entre generación y demanda, que es una curva que varía a lo largo de los meses y que ha sido deficitaria en los últimos años. La mentada “soberanía energética” ha sido, por diversos motivos, una meta compleja de alcanzar, por lo que la opción de importar energía siempre está en el abanico de opciones, lo que genera elevados costos.

A este estado de situación estival, con el termómetro escalando, se suma el mantenimiento del circuito fundamental de energía: generación, transporte y distribución, que ha estado siempre en el centro de la polémica por el desfinanciamiento o por la falta de obras. En el caso de Mendoza, en un año escaso de anuncios sobre la finalización de obras, hubo algunas “buenas noticias” que ayudan a visualizar con mejor semblante qué puede suceder.

¿Cómo estamos para el verano?

Vamos primero con la imagen que ilustra y ayuda a entender el panorama, ya que, al analizar el último balance eléctrico anual de la provincia, queda claro que la generación local no alcanza a contener la demanda. Por esta razón, todas las provincias, posean fuentes de generación o no, están conectadas al Sistema Argentino de Interconexión (SADI), que administra la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa). Así, cuando hay “faltantes”, el SADI compensa. Para entender mejor dónde estamos a nivel provincial, hablamos con Andrea Molina, titular del EPRE, que es el ente autárquico que controla y regula la distribución de energía.

“Primero, vamos a decir que celebramos la inauguración de la línea Cruz de Piedra-Mendoza. Eso hace que se duplique la capacidad de potencia disponible y de energía disponible para la zona del Gran Mendoza, sobre todo para los municipios. En este sentido, también decimos que las distribuidoras vienen cumpliendo el plan de obra destinado al 2024. Aun así, para el verano se hacen siempre algunos refuerzos, que se presentan a través del programa Plan Verano, que habitualmente lo hace la provincia. Obviamente, se hacen refuerzos de algunas infraestructuras eléctricas y se tiene en cuenta la atención comercial”, describió Molina.

La línea de transporte de alta tensión Cruz de Piedra, puesta en funcionamiento en agosto de 2024. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

La titular del EPRE puso el acento en la línea de alta tensión Cruz de Piedra-Gran Mendoza y hay varias razones para hacerlo, ya que es una obra fundamental, proyectada desde hace 40 años, para transportar energía. En agosto de 2023, cuando entró en funcionamiento, desde el Ejecutivo provincial destacaron que los 22 kilómetros de tendido pueden duplicar la capacidad de transporte. Hasta 2023, Mendoza tenía instalados unos 1600 MW de potencia total.

Molina hizo una aclaración en este contexto: “Estamos estimando que va a haber una mayor demanda de electricidad”. Asimismo, ponderó el trabajo coordinado que se está llevando adelante desde la Secretaría de Energía de la Nación para ordenar la importación en los casos necesarios. Al mismo tiempo, remarcó que “se hizo un plan de gestión de la demanda donde se incentiva el uso adecuado de la energía por parte de los grandes usuarios mayores (GUMA)”. En el caso de Mendoza, hay ocho GUMA: Eco de los Andes, Minetti-Capdeville, RayénCurá, Aceros Cuyanos–Luján de Cuyo, Sinopec Arg. Piedras Coloradas, Chañares Herrados, el segundo horno de RayénCurá, dos suministros de YPF (YPF-LVMY e YPF-2VMY) y la Planta de Bombeo de El Sosneado (YPF-SOMY).

Una foto para mejorar

Al revisar el balance anual eléctrico de 2023 que publica el EPRE, en términos generales, se destaca “el estancamiento de la demanda, un leve incremento en la potencia instalada, pero con bajas de generación de electricidad”. Esta situación, dice en las conclusiones, “llevó a que Mendoza perdiera su carácter de ‘exportador’ neto de electricidad que tuvo durante doce (12) años (1999/2010) para pasar a ‘importar’ energía eléctrica en la última década. El total de energía neta ‘importada’ representó en el 2023 el 26 % de la generación local, con necesidades de energía del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) durante la totalidad de los meses del año".

Balance anual entre generación y demanda de energía en la provincia de Mendoza. Fuente: EPRE

Entonces, a pesar de ir en un sendero para mejorar la potencia instalada y abrir el juego a nuevas fuentes de energía renovables, como la fotovoltaica, y de haber tenido un “buen año hidrológico” (al igual que este 2024), no alcanza. De la “foto” de 2023 se destacan, por su peso relativo, las bajas en Industrias de hierro y acero, Extracción de Petróleo Crudo, Fabricación de envases de vidrio y Elaboración de cemento. En tanto, hubo subas en los siguientes sectores: Refinación del petróleo, Fabricación de productos plásticos, Captación, depuración y distribución de agua, y Sector Hotelero.

En tanto, para el cierre de 2024, no se observa un escenario muy diferente. La crisis económica y el cambio de gobierno no generaron un repunte significativo de la actividad con impacto en el consumo energético (aunque la previsión para 2025 es más optimista). Según los datos cargados por el EPRE (hasta octubre), el año comenzó quebrando un período de 25 meses con variaciones positivas de la demanda (de diciembre 21 a diciembre 23), acumulando a octubre de este año una variación anual de -0,4 %.

La eficiencia la hacemos entre todas y todos

“Si combinamos los años 2023 y 2024, es probable que la temperatura media mundial haya superado durante 16 meses consecutivos (entre junio de 2023 y septiembre de 2024) todos los valores registrados con anterioridad, lo que da cuenta de lo inusual de la señal de calentamiento”, dijo Juan Rivera, investigador del Conicet y miembro del Programa Regional de Meteorología del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla, Conicet-UNCUYO-Gobierno de Mendoza). El calentamiento global generado por la actividad humana y el consecuente cambio climático es un fenómeno con sobradas pruebas científicas. Negarlo solo parece conducir a una inacción improductiva.

En este contexto, todas y todos podemos aportar para hacer un gasto energético más eficiente, más allá del peso que los grandes consumidores de energía puedan tener. Desde el EPRE, insisten todos los años en tomar consejos para eficientizar el consumo energético.

Tips sencillos para disminuir el consumo de energía

• El aire acondicionado es un gran aliado durante los días de calor, pero es clave fijar su temperatura entre 24 °C y 26 °C. Es una temperatura confortable para cualquier ambiente. Por cada grado que se disminuye, el consumo aumenta entre el 5 y el 8 %

• Limpiá los filtros del aire acondicionado. Esto ayuda a un mejor funcionamiento del equipo y a optimizar el consumo

• Cerrá las habitaciones a refrigerar. Oscurecé los ambientes y apagá las luces de aquellos que no se usen

• Evitá el ingreso de aire del exterior al ambiente climatizado

• Además, en lo posible, desplazá hacia horarios de la mañana tareas de lavado y planchado,y desenchufá aparatos que se encuentren encendidos innecesariamente

Juan Rivera habló sobre lo que se viene para esta parte del planeta. “Si miramos a nivel global, las tasas de calentamiento en nuestra región son levemente inferiores a las que se observan en el hemisferio norte, lo que va de la mano con el predominio de masas de agua sobre el hemisferio sur, que amortiguan la señal de calentamiento. No obstante, no estamos exentos de sufrir los impactos de períodos prolongados con temperaturas muy por encima de lo normal, particularmente durante los meses de verano”, advirtió el investigador.

En sintonía, el Servicio Metereológico Nacional, en su pronóstico trimestral para el periodo de verano, indicó que, si bien no se observan en los modelos predictivos olas de calor muy extensas, sí se ve que las temperaturas serán mayormente “superiores” a las normales en Argentina.