La represión desatada por el ejército sirio dejó hoy 21 civiles muertos, 17 de ellos en la ciudad de Dayr az Zor, en el este del país, informaron fuentes relacionadas con la oposición.
El llamado Observatorio de Derechos Humanos indicó que la matanza en Dayr az Zor se produjo en medio de numerosos allanamientos y detenciones de opositores, según la agencia Ansa.
La misma fuente indicó que el ejército avanzó con tanques en las localidades de Binnesh y Sarmine, en la región de Idleb, donde se produjeron otras dos muertes.
Las restantes víctimas fatales se registraron en la ciudad de Hama, en el centro del país, uno de los epicentros de las protestas contra el régimen unipartidista imperante en el país desde 1963.
En tanto, el canciller turco, Ahmet Davutoglu, arribó hoy a Damasco, donde se reunirá con autoridades sirias para reclamar el cese de la violencia contra los civiles.
El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, advirtió antes de la partida del canciller que Ankara "perdió la paciencia" y que la crisis en Siria es también "un problema interno de Turquía".
Al mismo tiempo que se producían estas declaraciones, tanques sirios se desplazaron a la zona de frontera entre los dos países.
Fuentes reportadas por la prensa dijeron que Davutoglu llevó a Damasco un mensaje de advertencia de Estados Unidos, que intensificó la campaña diplomática y política contra Damasco en coordinación con Francia, Alemania, Italia y algunos países árabes.