Reinsertaron en su hábitat natural a tres lechuzas campanario

Los pichones fueron rescatados en enero. Durante cinco meses, los rehabilitaron en la Fundación Cullunche. Estas aves son claves para combatir las plagas de ratas.

Reinsertaron en su hábitat natural a tres lechuzas campanario

Estas lechuzas son claves para el ecosistema mendocino, ya que se alimentan de ratas. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza

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Publicado el 24 DE JUNIO DE 2024

Tres lechuzas campanario fueron reinsertadas en su hábitat natural, en una zona rural de Guaymallén, por personal de la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque del Ministerio de Energía y Ambiente y de la Fundación Cullunche. Este tipo de lechuzas (Tyto furcata) son fundamentales para el ecosistema mendocino, ya que ejercen un rol fundamental en el control de plagas al alimentarse de ratas.

Estos tres pichones cayeron de sus nidos, ubicados en una gran palmera, en enero pasado. Una vecina de Guaymallén llamada Roxana se percató de que los ejemplares, muy pequeños para volver a subir y desprotegidos, necesitaban ayuda. De inmediato se comunicó con personal de Fauna, Dirección de Biodiversidad y Ecoparque.

Los especialistas acudieron al lugar y decidieron que, ante el peligro de gatos y perros que pudieran atacarlos, debían iniciar un proceso de atención y cuidados. Dada la altura del nido, se hacía imposible devolverlos al sitio con la certeza de que no caerían nuevamente.

Los animales se derivaron a la veterinaria de la Fundación Cullunche, que cuenta con una larga historia en recepción, atención y rehabilitación de especies de la fauna silvestre. Cinco meses después, los ejemplares, ya listos para la vida silvestre, fueron liberados en una zona rural de Guaymallén, para asegurarles un entorno natural donde se pudieran adaptar rápidamente.

Un ave rapaz con cara de corazón

La lechuza de campanario es un ave rapaz nocturna que se caracteriza por tener rostro en forma de corazón y ojos negros y grandes. De mediano tamaño, su cuerpo mide entre 38 y 40 cm y pesa entre 300 y 400 g.

El plumaje de su espalda es de color canela amarillento, moteado con marrón. En los machos, la parte ventral es blanca con algunas manchas oscuras; en las hembras, la coloración es más oscura y las manchas son más abundantes. Las patas son largas y emplumadas hasta los dedos. En la mayoría de las características externas, las hembras superan en tamaño a los machos.

Especie sedentaria, de hábitos solitarios y nocturnos, su vuelo es muy silencioso y la capacidad para la cacería nocturna viene dada por las siguientes características: suavidad del plumaje; alas anchas y redondeadas; disco facial que actúa como radar; disposición asimétrica de los oídos, lo que le permite una recepción estereofónica de los sonidos y, en consecuencia, una localización precisa de sus presas; ojos situados hacia delante, que le dan un mayor campo visual binocular, y cuello extremadamente móvil.

Su dieta se basa fundamentalmente en micromamíferos, entre ellos, ratas y ratones, cuyo consumo supera el 95 % de los componentes de la dieta. Puede depredar en menor porcentaje aves, insectos, reptiles y anfibios.

Fuente: Prensa Gobierno

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