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21 DE NOVIEMBRE DE 2024
El profesor y consultor en reforma política e institucional, Walter Cueto analiza el proyecto de Ley del Poder Ejecutivo y opina que debería perderse el miedo a hablar de reformas totales compatibles con un nuevo modelo de democracia social y participativa.
Recinto de la Legislatura
Recientemente el Poder Ejecutivo de Mendoza ingresó por la Cámara de Senadores de la Provincia un extenso proyecto de ley que promueve la declaración de la necesidad de la reforma parcial de la constitución. ¿Cuáles son algunas de las características que tiene la propuesta formalmente presentada como una “reforma parcial”?
En primer lugar es un documento de una importante densidad intelectual, definido lenguaje jurídico y hasta podría decirse que su redacción ha salido de una única cabeza. En particular, la fundamentación de la propuesta -76 páginas- es un documento indispensable para el debate político y legislativo que demandará este proceso que aún mantiene una elevada proporción de negativas y dudas, quizás no tanto por su contenido sino por sus implicancias sobre la coyuntura política y electoral.
En segundo lugar, el documento tal como se presenta, no será fácil comunicar e incluso demandará una larga lectura para los legisladores y en general para quien se interese en conocerlo completa y exhaustivamente. La propuesta presenta en algunos tramos una redacción excesivamente abierta y a veces ambigua, quizás para facilitar el proceso de acuerdos, pero la falta de precisiones más estructuradas dificulta la evaluación del alcance político y técnico-constitucional de los argumentos y las proposiciones que realiza. Sin duda, la parte dispositiva – sólo 18 páginas de un total de 95- necesitará ser mucho más trabajada.
En tercer lugar, en la fundamentación se utiliza indistintamente la idea de “reforma parcial” y de “reforma amplia”, aunque no es lo mismo. En realidad, es una reforma parcial, de alcance total; es decir que deja abierta “de par en par” las puertas para reformar todo el texto. Si realmente se quiere reformar todos los temas propuestos debiera hablarse sin miedo de una reforma total, compatible con la propuesta del nuevo modelo de una “democracia social y participativa”, como se expresa.
En los fundamentos la propuesta se hace cargo de “la debilidad en el diseño de sus instituciones” que Mendoza supuestamente viene mostrando en las últimas décadas por su mora reformista y las presumibles “repetidas frustraciones” en los intentos de actualización del viejo texto. Este argumento parece un intento por fundar una razón política, incluso hace suya una frase de significativo dramatismo político al decir “Desde entonces Mendoza transitó un período que bien ha sido definido como de frustración en los intentos de actualización y modernización institucional”.
En Mendoza esta cuestión no se siente como un pesado escollo estructural para sus problemas de desarrollo efectivo y sostenido con lo que el argumento de que la Provincia no crece por la antigüedad de su Constitución parece excesivamente dogmático. Aunque si bien es absolutamente discutible que la vitalidad y el dinamismo de una sociedad se originen y sostengan en las normas, sí es muy sano que ellas acompañen la realidad y que sean respetables y respetadas.
Lo cierto es que como toda obra humana, el documento tiene fortalezas y debilidades que seguramente el debate prometido e indispensable incrementará el valor de la propuesta y sumará –incluso con identidad- a tantos autores individuales como colectivos que durante años vienen haciendo propuestas, aunque hasta ahora han permanecido en el olvido o en un relativo anonimato a la espera de lo que decida la política.
Seguramente cuando amainen los habituales intereses del cálculo político de coyuntura, surgirán los acuerdos en torno a contenidos que, aunque con diferencias variables, vienen explicitándose desde hace años en un silencioso pero real y efectivo proceso pre-reformista; pero siempre bajo la premisa de que el desarrollo de Mendoza no es obra de una constitución sino del esfuerzo y las decisiones de su pueblo.
Veamos algunos primeros comentarios sobre propuestas que parece interesante priorizar:
Se han vertido aquí los primeros comentarios sobre esta extensa iniciativa reformista, ojalá podamos seguir analizándola en futuros y múltiples aportes.
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