Raúl Castro visitó Mendoza por el Encuentro de Murgas de Estilo Uruguayo. El director de Falta y Resto dialogó con Dicho de Otro Modo y contó sobre las composiciones de los contenidos en las murgas uruguayas.
Raúl Castro es director de una de las más famosas murgas uruguayas. Falta y Resto está conformada por 12 personas y se ha hecho un lugar entre las más reconocidas agrupaciones del género murguero y popular en todo el mundo. La murga como tal tiene que ver con Cádiz, desde que en Cádiz existen las chirigotas, las murgas y siguen evolucionando desde hace aproximadamente diez o doce años un genero que tiene mas de trescientos años en Cádiz, recién ahora esta utilizando músicas propias porque siempre fueron músicas adaptadas, pero son diferentes porque tienen diferentes influencias musicales, diferencias rítmicas y también de puesta en escena.
"La murga montevideana ha sido quizá por motivo de lo que es el carnaval que dura 40 noches y que es muy intenso y muy competitivo, ha evolucionado mucho teatralmente, se ha convertido en una gran comedia musical, y me parece que en ese sentido la gente acà en Mendoza a captado eso, esa esencia que además de lo rítmico, de lo vocal, esta todo lo teatral de por medio, todo lo que tiene que ver con eso" explicó Castro.
Los temas que se piensan cuando se arma un espectáculo, sostuvo Castro, son el qué y el cómo. Falta y Resto se ha destacado por hacer hincapié en el qué, desed hace más de 30 años, primordialmente en las letras de sus cantos y tratando de variar el cómo para generar nuevas estructuras. "La apuesta es no sólo por la alegría, sino también por la justicia, la equidad, la igualdad de oportunidades, la denuncia de las cosas que están mal, la risa con el poder de turno, en fin sigue siendo lo mismo, pero hay que ver como se hace" sostuvo el director.
Falta y Resto se caracterizó por tocar siempre temas delicados de la realidad, por utilizar un humor ácido e irónico, siempre político y crítico de la realidad "en el año 1985 hicimos la primera denuncia de desaparecidos. Vos decís 'una murga cantando el tema de desaparecidos' y sí, la murga tiene que estar ahí. El año pasado tocamos el tema de la violencia doméstica que también tratamos de hacerlo con mucho respeto a la mujer. Todos los temas pueden ser abordados por la murga, la murga es una sobremesa familiar, no hay temas tabú. Todos los temas se tratan con respeto y algunos se tratan con mucho humor, sobre todo los temas vinculados al poder".
En cuanto al tema de la ironía, Castro sostuvo que siempre sirve para "sacarle la careta" a quienes le hacen la a la gente y contó una anécdota al respecto sobre la censura en el período dictatorial uruguayo "nosotros en el ’83 hicimos un cuplé que se llamaba Murga Alá que hablaba todo sobre una murga que no existía, en realidad era una ironía y estaba dirigida a la censura. Y cuando yo fui a llevarla pensando que nos iban a censurar todo, nos felicitaron por la murga que no existía. Cuando lo vieron en escena se querían morir, pero es así, la censura es un escorpión que se pica a sí mismo".
Por último Castro se refirió a las diferencias entre tocar en un encuentro de murgas en Mendoza, tocar en los barrios o en el Luna Park como recientemente hicieron. "El carnaval uruguayo es el tablado de barrio. El arte va al pueblo y no el pueblo al arte. Si uno va a un teatro a cantar, o al Luna Park es lo mismo, lo transformamos en un tablado de barrio" aseguró.
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