Radioteatro sueco para jóvenes: magia y misterio

Sociedad

En la actualidad, los portales divididos en canales se cuentan por cientos y, sin ninguna complicación, puede elegirse rápidamente matizar el día, de acuerdo al gusto personal, con el frenesí de la música tradicional balcánica, los pepinazos del pop más mainstream, la historia del tango, los ritmos del Caribe, las canciones que compitieron en Eurovisión, los sonidos hawaianos, la expresividad de los fados, la nueva canción de Mali, los violines de la música klezmer, blues tradicional o contemporáneo y un interminable etcétera.

Cuando elegir música es un juego (y cómo ser parte de ello)

Rusty Hodge está al frente de un portal de canales de música californiano en el que está bien claro el principio fundador. En Soma FM, lo distintivo fue armar canales sobre la base de géneros o experimentaciones que no tenían lugar en páginas semejantes.

Hodge, director general y de programación, estudió periodismo, pero no quería trabajar en medios ya establecidos. Cuando las cosas recién comenzaban (las nuevas web radios), fue pionero en la creación de un portal alternativo. Soma comenzó a emitir en febrero de 2000, pero el año anterior, la idea se había encendido con una experiencia radial singular en el aún más singular Burning Man, el festival-evento múltiple que tiene su sede en el desierto Black Rock en Nevada desde 1990.

El mismo nombre de la radio señala una de sus bases estéticas y objetivos: “soma” es, efectivamente, la droga perfecta del placer en la novela clásica de Aldous Huxley Un mundo feliz, la pintura distópica de un mundo futuro dividido brutalmente en nueva civilización y nuevo salvajismo, en el que el sexo no existe y los sucedáneos son administrados por un Estado autoritario. La emisora se sostiene con el aporte de sus fieles oyentes, un sistema de financiamiento ya muy usual, pero que hace más de veinte años daba sus primeros pasos, en un contexto en el que conseguir el bando de ancha apropiado significaba inversiones mucho más onerosas que en el presente.

Las puertas de la percepción

Tal como el nombre del ensayo del mismo Huxley, las puertas de una nueva percepción radial se abren al cliquear en somafm.com. Lo que distingue a esta radio californiana de cualquier otro portal de canales de música es, como dijimos, una selección muy original, con criterios fuera de toda normalidad, basada en una elección “manual” de sonidos que se emiten en 39 canales distintos durante las veinticuatro horas del día. Aquí no hay automaticidad, ese libre albedrío robótico que sugiere canciones de acuerdo a patrones preestablecidos. Cada uno de los canales es “curado” y compuesto por varios DJ de amplia experiencia, dispuestos a una experiencia lúdica que sobrepasa a otras similares por sus colores particulares.

Algunos canales: empezando por el primero, Lush reúne canciones interpretadas solo por mujeres con una base o texturas electrónicas, una especificidad pocas veces escuchada en una radio. El siguiente, Fluid, emite solo hip hop instrumental mixturado con formas menos convencionales de trap y nuevo soul, todo un blend de nuevas sensaciones.

Pero vamos a lo más destacado y curioso: el canal Secret Agent tiene como idea general (para sus veinticuatro horas diarias de programación, los siete días de la semana) la difusión de todo tipo de música que remita o sugiera ambientes de misterio e intriga "à la James Bond". Es decir, aquí no hay una selección por género musical, sino por función de la música, por colores, tonalidades en una dirección peculiar.

Seven Inch Soul es más convencional, pero no menos atractivo: aquí pueden escucharse clásicos de la música soul norteamericana solo en sus versiones en vinilo de 45 rpm, rarezas invaluables para coleccionistas. Deep Space One vuelve a escapar de los géneros y propone viajar por el espacio con sonidos, mezclando géneros, décadas y artistas en pos de acompañar una excursión interminable por la estratósfera.

Y hablando de viajes, una sugerencia más, invitando a la visita (la experiencia se abarca con el play en marcha): el canal SF 10-33 es presentado en la página como un cuadro surrealista de la ciudad. No es arbitrario: durante todo el día, música ambient (teclados orgánicos, cuerdas etéreas) es combinada con las voces del radio del sistema de emergencias de la policía y bomberos de San Francisco. Aquí, la levedad y proyección de la música se complementa maravillosamente con la aspereza sensual y enigmática de voces masculinas y femeninas para brindar cuadros de situación minuto a minuto sobre la vida de una ciudad. Hasta que no se escucha, no se comprende lo acertado, riesgoso y muy efectivo de la propuesta: un canal diseñado con un oído musical finísimo, una exquisitez hipnotizante y genial.