La pensión universal a la vejez anunciada días atrás por el Gobierno nacional incluye subir la edad mínima para la jubilación de las mujeres a las que le falten aportes de 60 a 65 años. Así lo confirmó el titular de ANSES, Emilio Basavilbaso.

Esta propuesta de ley busca reemplazar el sistema actual de reparto por una pensión universal a la vejez. La iniciativa se encuentra dentro del proyecto en el que también se contempla al blanqueo de capitales y el reajuste jubilatorio para los que cobren más de la mínima.

Actualmente, la jubilación convencional, con o sin moratoria, es para 60 años en el caso de las mujeres que hayan trabajado en relación de dependencia. La pensión universal es para aquellas personas que cumplan los 65 años (de ambos sexos), sin tener los aportes correspondientes para poder ser jubilados. Además, para acceder a esta pensión se debe ser argentino naturalizado con 10 años de residencia en el país anteriores a la solicitud o extranjero con 20 años de residencia.

La socióloga Eugenia Scirpo dijo, con respecto a la suba de la edad jubilatoria de las mujeres a la par que la de los hombres, que es una "igualdad que no tiene una relación de equidad entre géneros", sino que "es una necesidad del Estado de transferir recursos por la falta de trabajo, es un parche por las personas no incluidas en la economía activa". Scripo considera que este cambio no es adecuado, ya que no se puede "vincular el envejecimiento con criterios cuantitativos" y que "el envejecimiento celular es diferente en cada persona".

Scirpo señaló que hay muchas mujeres en edad de jubilarse que no lo hacen, otras ya tienen pensadas sus actividades luego de su jubilación. No es así en el caso de los hombres.

"Las mujeres cuando están cerca de jubilarse se reinventan, incluso en la mayoría de los casos ya tienen planeado lo que van a hacer: críar o cuidar a sus nietos, por ejemplo. En el caso de los hombres, es más difícil la inserción en las actividades de la tercera edad", añadió la socióloga. "La vejez en el caso del sexo femenino se relaciona con el empobrecimiento y en el masculino, con el prestigio, llevan las canas con gusto".