Ya pasó una semana del “Supermartes” y la corrida del dólar de las últimas tres semanas produjo cambios en la economía del país. En concreto, las industrias que exportan productos se beneficiaron, mientras que aquellas que necesitan de elementos importados para su desarrollo se vieron afectadas.

Después del fin de semana extralargo por el feriado del 1.° de mayo, la economía argentina fue sacudida por una corrida del dólar, cuya cotización casi llegó a los $ 26. Luego de tres semanas de incertidumbre, el Gobierno Nacional decidió negociar un crédito stand by con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que el Banco Central subió las tasas de interés de referencia al 40 %.

El economista Pablo Salvador comentó que ese incremento desencadenó un aumento en todas las tasas del sistema financiero. Es decir que si una persona realiza un depósito en plazo fijo, ahora el interés que le ofrece el banco es mucho más atractivo que antes, por ejemplo.

“La contracara de la moneda es el sector productivo o aquellas pequeñas y medianas (pymes) que necesitan tomar un crédito para comprar una maquinaria, para ampliar su fábrica o para abrir una sucursal, porque si quieren tomar un crédito para hacer esto, ahora les sale mucho más caro devolver ese crédito que antes”, explicó el especialista.

Por otro lado, Salvador aseguró que también influye la situación internacional, porque el dólar se hizo más fuerte no sólo ante el peso argentino, sino frente a todas las monedas de los países emergentes. Se devaluaron las monedas de Argentina, Chile, México, entre otros Estados. Entonces, en este sentido, se beneficiaron las economías regionales que viven de las exportaciones, porque por cada dólar que estas economías vendan, ahora recibirán a cambio $ 25 pesos, aproximadamente, y no $ 22 como era hasta hace un par de semanas. Se beneficiaron las exportaciones.

Por ejemplo, se incentiva a que extranjeros visiten el país, pero resulta más caro para un argentino viajar al exterior. A los foráneos les rendirá más su moneda porque un dólar o un euro equivaldrán a más pesos argentinos. Además, se fomenta así el turismo en Argentina.

Sin embargo, un sector perjudicado fue el inmobiliario, porque en el país las propiedades están valuadas en dólares, entonces la situación afectó a aquellos que querían comprar una propiedad y que ya tenían un crédito otorgado o preaprobado. Por lo tanto, se frenaron las operaciones inmobiliarias, debido a que al que quiere comprar no le alcanza y al que quiere vender se le dificulta hacerlo.

En definitiva, el economista resumió: “Las que se ven perjudicadas son las industrias que usan insumos importados, porque inmediatamente ahora subió el precio de ese insumo, lo importado es más caro traerlo al país. Entonces, todas aquellas industrias que usen algún componente que venga de afuera, ahora lo tienen más caro y en definitiva eso se termina trasladando al precio que pagan los consumidores, por lo general”. Puede pensarse otro ejemplo, en este aspecto, como lo es la industria automotriz. Una beneficiada puede ser la vitivinícola.