Reino Unido elegirá un nuevo Parlamento en las elecciones que se realizan hoy, 8 de junio. Se trata de la tercera cita electoral después de las generales de 2015 y el referéndum sobre el Brexit en 2016. La conservadora y actual primera ministra, Theresa Day, quiere renovar su mandato y es la favorita en los sondeos, aunque por escasa diferencia. El candidato laborista, Jeremy Corbyn, confía en el voto de los jóvenes.

Casi 47 millones de personas están llamadas a votar en Reino Unido este jueves 8 de junio, por lo que desde temprano las urnas abrieron (a las 7.00) y estarán disponibles hasta las 22.00. Con más de 600 circunscripciones, el escrutinio se demorará, pero los resultados de Battersea y Putney -bastiones conservadores pero a favor de la integración con la Unión Europea- funcionarán como "termómetro" de cómo se están jugando las elecciones en Londres.

Cerca de las 2.00 de la madrugada (hora de Reino Unido) se espera que la mitad del recuento esté realizado. Los resultados definitivos estarán mañana, viernes 9 de junio.

Theresa May, actual primera ministra que asumió tras la renuncia de David Cameron en 2016, aspira a renovar su mandato. Para lograrlo, tendrá que vencer a Jeremy Corbyn, líder de la oposición laborista. Vale destacar que el cargo no es elegido directamente por los electores, debido a que el Reino Unido es una democracia parlamentaria.

La cita de hoy, 8 de junio, es la tercera con las urnas a nivel nacional en poco más de dos años, después de las generales de mayo de 2015 y del referéndum sobre la permanencia en la UE de junio de 2016. En las primeras, la participación fue del 66 %, y en el segundo, alcanzó el 72 %.

Los analistas políticos consideran que una alta participación favorecerá a los laboristas, principalmente por el voto joven, ya que suele ser el que más se abstiene en las elecciones. En contraparte, los conservadores, que cuentan con mayor ventaja según las encuestas, tienden a tener menor apoyo de la juventud.

Los jóvenes británicos suelen estar alejados de las urnas, por lo que el candidato laborista, Jeremy Corbyn, realizó una campaña centrada en captar ese voto joven y cansado de la clase política, y alejado de las élites.

Qué dicen los sondeos

Los últimos sondeos dan a los conservadores una ventaja de siete puntos porcentuales, según el Financial Times. El oficialismo obtendría el 44 %; los laboristas, el 37 %; los liberal-demócratas, el 8%; la derecha populista UKIP, el 4 %; el nacionalista escocés SNP, el 2 %; y el ecologista Green Party of England and Wales, apenas el 1 %.

Los medios internacionales resaltan que la ventaja de los conservadores sobre los laboristas se habría reducido a casi un tercio del margen del 20 % que tenían cuando se convocaron las elecciones, el 18 de abril.

El voto se concentraría más en los dos grandes partidos, lo cual rompería la tendencia de los últimos años. Sin embargo, las encuestas se equivocaron llamativamente en las elecciones de 2015 (no lograron predecir la mayoría de Cameron) y en el referéndum de 2016 (no pronosticaron la victoria del Brexit).

Escocia quiere volver a la Unión Europea

Escocia rechazó mayoritariamente la salida de la Unión Europa, por lo que hace unos meses, tras el Brexit, la líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, anunció que pediría al Parlamento británico convocar un segundo referéndum de independencia para Escocia.

Sin embargo, la escocesa Sturgeon no contaba con que la primera ministra Day fuera a convocar elecciones anticipadas. Ahora, el SNP se arriesga a perder algunos de los escaños clave que logró en los comicios de 2015.

Los conservadores, que siempre han sido una fuerza minoritaria en Escocia, están además llegando con fuerza. Aunque no se espera que arrasen, pueden quitarle al SNP algunos lugares clave, en base a su líder, la carismática Ruth Davidson, conservadora pero de clase trabajadora, que está logrando levantar el partido.