En la tarde del martes fue apresado el empresario K, Lázaro Baez cuando bajó de su Lear Jet en aeródromo de San Fernándo y hoy a las 7:00 ya lo trasladaron junto a su contador Pérez Gadín, también detenido a los tribunales de Comodoro Py para que declare en la causa de lavado de dinero. Fue un desencadenante a lo que los abogados y magistrados llaman “la justicia de los medios” que “sentenció” a Baez con la publicación del video de “la Rosadita” donde el hijo del empresario, Martín, junto a otros contando millones de euros.

Es una consecuencia de la presión pública sobre jueces y fiscales y al decir del mendocino Gustavo Gutiérrez anoche en Señal U, que esto lo hacen magistrados para no terminar ellos acusados. Además está claro que muchos observadores coinciden que el empresario recuperará la libertad en corto plazo ya que fue arrestado para que no evada la declaración ante la justicia.

La detención de Baez torció la agenda y minimizó después de tres días al #PanamaPapers que dicho sea de paso el aludido Gutiérrez señaló que se trata de una maniobra publicitaria y que es nada comparada “con la cloaca que tenemos aquí nomás en Uruguay que ya lo denunciamos en su momento”.

Este es el comienzo de un fixture judicial que se extiende hasta la tercera semana de abril y que tendrá su punto culminante el miércoles 13 cuando se presente a declarar Cristina Fernández la venta de dólares a futuro por parte del Banco Central.

Los papeles de Mauricio

En el mismo cuadro de revelaciones sobresale la insuficiente defensa del presidente sobre su aparición en los archivos filtrados del estudio jurídico Fonseca de Panamá. Además también se confirmó su registro en la segunda empresa offshore. No es suficiente decir que la empresas son legales porque nadie se anima a decir realmente para qué un empresario promueve una firma de estas característica que no sea para esconder dinero o lavar activos.

Tampoco es suficiente que le mande la declaración ante el fisco de Franco Macri a Lilita Carrió, quien  actúa como fiscal a domicilio del presidente. De hecho el ya mencionado en este informe Gustavo Gutiérrez, amigo de Carrió, dijo que el caso de Macri resulta irrelevante en medio de la corrupción emergente y que debería haber una comisión parlamentaria que investigue el asunto y lo cierre institucionalmente como debería ser.

La conferencia de prensa del jefe de Gabinete Marcos Peña se pareció más a una rendición de estado de situación de un gerente de empresa que de un funcionario político de alto rango nacional. Peña no hizo más que repetir lo que Macri había dicho en un canal de TV cordobés.

No así, y se notó la diferencia, cuando en Mendoza ayer a la tarde desde el aeropuerto, el ministro de Transporte Guillermo Dietrich hizo una defensa política del gobierno nacional y de Macri y enmarcó el asunto en el perfil de anticorrupción que levanta el macrismo ahora.