Los tiempos se aceleran. Sorpresivamente, el presidente ruso Vladimir Putin envió este miércoles 30 al Senado un pedido de autorización para utilizar las fuerzas militares en el extranjero, anunció el Kremlin, en momentos en que Rusia despliega una actividad diplomática y militar en el conflicto sirio. 

Putin solicitó al Consejo de la Federación, cámara alta del Parlamento, "la autorización de recurrir a un contingente de las Fuerzas Armadas rusas fuera del territorio de Rusia", indicó el Kremlin en un comunicado. El pedido, que no menciona explícitamente a Siria, fue adoptado unánimemente y por lo pronto, autoriza el uso de la fuerza aérea, aunque no concierne el despliegue de tropas terrestres, precisó Serguei Ivanov, jefe de la administración presidencial. El último precedente de una autorización de este tipo fue cuando el Parlamento ruso permitió el despliegue de tropas en el extranjero que terminó con la anexión de Crimea, en marzo de 2014.

Justo después de que el Senado ruso diera su luz verde, el presidente sirio, Bashar al Asad, pidió a Rusia que le "proporcione ayuda militar", subrayó Serguei Ivanov. "El presidente sirio se ha dirigido al gobierno de nuestro país para pedirle que le proporcione ayuda militar", declaró a los periodistas. Moscú actuará de acuerdo "a las normas del derecho internacional", agregó.

La presencia de aviones rusos en Siria ya había señalada por distintos medios, aunque el Kremlin se había negado a confirmarla. El lunes, el presidente ruso había abogado en la ONU a la creación de una amplia coalición contra el grupo Estado Islámico. Los Occidentales, que ya bombardean a los yihadistas desde 2014, se niegan a que su lucha contra los islamistas implique ayudar al régimen de Bashar al Assad.