El Iscamen (Instituo de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza) comenzó las fumigaciones en nuestra provincia con el fin de detener la plaga de "la polilla de la vid" (Lobesia botrana). El ingeniero agrónomo José Luis Ranea lleva adelante un royecto vitivinícola de producción orgánica en Nueva California y aprovecha su conocimiento y su actividad para dejar en claro que "nosotros no estamos en contra de que se trate la plaga, sino que la técnica utilizada no es la adecuada, sabiendo que el Gobierno tiene otras herramientas a mano. Hay inconsistencias que técnicamente el Iscamen no está pudiendo salvar".

"Lamentablemente tengo que decir que me tocó a mí. Estaba por salir a trabajar y me encuentro con los aviones. Pude registrar un par de videos y pasaron cinco o seis veces por encima de mi propiedad", aseguró Ranea en El Vueltero, quien está comenzando un emprendimiento de huerta agroecológica y producción vitivinícola orgánica.

"Creemos que el método que se está llevando a cabo, de forma aérea y masiva, no es un método para la estructura agraria de nuestra provincia, por cómo están dispuestas las escuelas, centros de salud y viviendas rurales. No creemos que sea un sistema inocuo", opinó.

Por último, el ingeniero señaló que "los 200 metros de zona buffer (zona de exclusión), no se cumplen. Queda claramente en los videos... El viento era muy fuerte, la altura de las avionetas, por la disposición de nuestras zonas, es muy dificil que el aplicador pueda tener precisión. De hecho yo estaba filmando y las gotas de la pulverización me da en la cara".