Salud mental alterada por la pandemia: se incrementó la ansiedad, el insomnio y las adicciones

Sociedad

Según el Ministerio de Salud de la Nación, la salud es el estado de bienestar físico, mental y social. "No se refiere únicamente a la ausencia de enfermedades sino que es la base fundamental para que los individuos puedan disfrutar de una vida plena y satisfactoria, y, dentro de este concepto, hay que considerar también la salud mental”, define. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.

En algún punto, la pandemia alteró todos y cada uno de los aspectos que conforman esta definición. Por eso, no sorprende que las y los especialistas estén identificando en la Argentina incrementos en los casos de trastornos de salud mental, con distintos niveles de gravedad.

Salud mental y pandemia

Los problemas de salud mental no solo traen consecuencias negativas al individuo que los sufre, sino también a la comunidad. Esto se ve reflejado en la actual crisis que estamos viviendo por el coronavirus, en la que se han visto incrementados los problemas mentales debido a los temores, angustias e incertidumbres sobre la aparición del nuevo virus, la duración de la pandemia, la virulencia de la enfermedad, la tristeza por los seres queridos fallecidos y la acumulación del estrés generado por la pérdida de libertades y el aislamiento social extendido, los ingresos económicos afectados y otros problemas en general que emergieron en 2020.

Uno de los principales problemas señalado por las y los expertos es la angustia que sufren las personas durante la actual pandemia. Angustia que se vio amplificada por los temores a enfermarse, a no poder visitar o despedir a un ser querido y a las distintas privaciones que afectan la salud mental.

“Las circunstancias que estamos transitando, en medio de una pandemia y de una cuarentena, implican una crisis de sentido en la que a mucha gente se le ha desdibujado el horizonte, el futuro, hacia dónde iba y proyectaba. Es considerado un tiempo de suspensión en el que se vive un 'sinsentido'. La angustia se está volviendo pandémica”, afirmó el psicólogo Pablo Muñoz.

Él es magíster en psicoanálisis y profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Consideró que, aunque la etapa de cuarentena el año pasado fue “una medida epidemiológicamente correcta, sus efectos psíquicos deberían estar siendo considerados”.

Foto publicada en wdrfree.com

Muñoz mencionó que la depresión, la hipocondría, los ataques de pánico, el riesgo suicida, los síntomas corporales, el desencadenamiento de enfermedades orgánicas que estaban latentes, los nuevos conflictos vinculares más intensos e incluso los accidentes domésticos pueden ser causados por una intensa angustia sin tramitación. "Justamente es lo contrario de esa idea errónea: a veces enfermarse es un modo de resolver la angustia insoportable. Nadie puede vivir mucho tiempo inmerso en la angustia, eso indefectiblemente derivará en algo peor si no se lo trata adecuadamente y a tiempo. Por eso no deberían subestimarse sus efectos”, dijo el especialista.

Por su parte, Gastón Cabrera, psicólogo, especialista en terapia breve, hipnosis ericksoniana y terapia online, afirmó: “Se podría decir que la angustia es un sinónimo de ansiedad y sinónimo de incertidumbre. Es la emoción más universalmente experimentada por el ser humano, la que tiene la consecuencia de generar un efecto de inmovilización”. El profesional la calificó de visceral, obstructiva y reflejo instintivo de una amenaza, con la que se pierde la manera de obrar de manera voluntaria y libre. La catalogó además como “lógica y normal” en un período como el que aún se está atravesando.

La angustia es un factor esperable y previsible en un contexto de adversidad. “Puede aumentar cuestiones de base que podemos tener si no contamos con ciertos recursos para sobrellevarla. Hay cuestiones que pueden generar un aumento de la angustia y otros recursos que pueden servir para sobrellevarla, entendiendo que la angustia tiene que estar presente como una forma lógica de manifestación de lo que está sucediendo”, agregó el psicólogo.

Llamado global

Esta semana, la ONU pidió a la comunidad internacional mayor inversión en salud mental para paliar los efectos de la pandemia. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió a la comunidad internacional mayor financiación en salud mental, ya que los efectos provocados por la inseguridad laboral o la pérdida de familiares “pueden durar más que la propia pandemia”. “En países de rentas altas, más del 75 % de la gente con depresión asegura que no recibe atención adecuada, y en los de rentas bajas y medias, más del 75 % con problemas de salud mental no recibe ningún tratamiento”, dijo Guterres.

Fuente: Télam