Un joven de 35 años aseguró que lo expulsaron del Instituto Antonio Próvolo por advertirle al sacerdote Nicola Corradi (83) y a la apodera legal del colegio, Graciela Pascual, que algunos alumnos sufrían abusos sexuales. Dijo que ni el cura ni la mujer (que está imputada en otra causa) hicieron algo para proteger a los chicos y chicas.

El hombre actualmente tiene 35 años y declaró hoy (miércoles 11) ante el Tribunal que lleva adelante el primer juicio por presuntos abusos en el Próvolo. Lo hizo en calidad de testigo y con la modalidad de cámara Gesell, que se transmitió en vivo en la sala de debates.

El Tribunal aceptó su declaración en vivo, luego de recibir el informe psicológico, que determinó que el exalumno estaba en condiciones de declarar.

El joven es oriundo de Salta y contó que fue alumno en el instituto desde los 18 a los 23 años, que en la primera etapa no vivió en el predio de calle Boedo, sino en las instalaciones de otra congregación, pero que en el último período se quedó interno en el lugar.

Advertencia a las autoridades

Una vez que ingresaron a la sala de audiencias los acusados Nicola Corradi (83), Horacio Corbacho (59) y Armando Gómez (49), los magistrados, los querellantes, los fiscales y la defensora oficial se pusieron de acuerdo en las preguntas que trasladarían al testigo. El exalumno testificó en una sala cercana a donde se realiza la audiencia. Fue acompañado y asistido por dos profesionales psicólogos y una intérprete en lengua de señas.

De acuerdo a información aportada por el querellante Oscar Barrera y desde la oficina de prensa del Poder Judicial, ya que por tratarse de delitos de instancia privada el debate es a puertas cerradas, el joven aseguró que las autoridades del instituto sabían de los abusos. Dijo que les contó al sacerdote Corradi y a la apoderada legal, Graciela Pascual, que algunos chicos y chicas sufrían abusos, cometidos por el empleado que fue declarado inimputable. 

El exalumno aseguró que ni el cura ni la directiva hicieron nada para detener los vejámenes y que la única reacción fue que, poco después de hablar con ellos, lo expulsaron del lugar, cuando él tenía 23 años. 

Corradi es uno de los acusados en este primer juicio, mientras Pascual está incluida en la tercera causa, por entender que sabía de los abusos y no hizo nada para proteger a los alumnos. Actualmente cumple prisión preventiva domiciliaria.

Además de ratificar que las autoridades sabían de los abusos, el joven aseguró que en una oportunidad descubrió al sacerdote Corbacho mirando pornografía.

En su declaración, el exalumno también habló sobre los malos tratos que sufrían. Contó que en una oportunidad, la religiosa Kumiko Kosaka le pegó una cachetada (está imputada en la segunda causa) y que un día vio como el sacerdote Corradi sacó a un chico a la intemperie en pleno invierno porque se portaba muy mal.

El hombre contó que en sus últimos años en el Próvolo le encomendaron que cuidara a los alumnos más chicos y reconoció que en una oportunidad golpeó a uno, ya que era la forma en que trataban a los que se portaban mal.

El querellante, Oscar Barrera, explicó que el testimonio del joven fue contundente, no slo porque corroboró que las autoridades sabían lo que sucedía, sino porque dio detalles que ratifican las declaraciones de otros sobrevivientes. 

Una víctima

Una vez que concluyó la declaración, el Tribunal continuó viendo la reproducción del testimonio de una joven que fue grabado en 2017 y que ayer no terminaron de escuchar. En los dos primeros testimonios de la mujer, ya que en total se grabaron tres, denunció al sacerdote Corbacho por abusar de ella en dos oportunidades. También explicó que eran comunes los tratos violentos hacia los alumnos.

El proceso se retomará mañana a partir de las 8.30, cuando testificará otro exalumno en cámara Gesell que se reproducirá  en vivo. El viernes no se realizarán audiencias, ya que el Tribunal determinó que durante esa jornada analizará y evaluará las pruebas que hasta el momento presentaron los querellantes y los representantes del Ministerio Público Fiscal.