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23 DE DICIEMBRE DE 2024
Lo hizo el neurocirujano Alejandro Mercado Santori, que presidió el comité de expertos del N20. Aseguró que Mendoza no cuenta con un centro integral de tratamiento y que es necesario modificar el sistema de residencias.
Mendoza es una de las provincias que registra más muertes a causa de accidentes viales. Foto: Unidiversidad.
Causa y consecuencia: la altísima tasa de accidentes viales en Argentina –en la que Mendoza tiene un lugar preponderante– genera una gran cantidad de pacientes con neurotraumas, muchos de los cuales mueren, mientras el resto padece secuelas de distinta magnitud que representan un costo para su vida cotidiana y para el sistema de salud. Frente a esta realidad, el neurocirujano Alejandro Mercado Santori planteó la necesidad de implementar una política pública integral para mitigar los impactos de esta problemática que incluya un registro unificado de atención en hospitales públicos y privados, así como la creación de un centro especializado en la atención y rehabilitación de estas personas.
Mercado Santori presidió el comité de expertos del encuentro de Neurociencias (N20), una instancia de la cumbre del G20 que se realizó en noviembre en Buenos Aires. En ese ámbito, los profesionales plantearon la problemática del crecimiento del número de pacientes con neurotraumas por accidentes viales y elevaron una serie de recomendaciones a las autoridades para intentar revertir la situación.
El jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Militar Regional Mendoza dijo a Unidiversidad que es imperioso poner en marcha políticas públicas para prevenir los accidente viales y para atender en forma correcta a los pacientes que sufren neurotraumas como consecuencia de estos. Advirtió que el primer paso es contar con información estadística que permita hacer un análisis real de la situación, ya que hoy los centros privados no tienen obligación de reportar la atención de estos pacientes.
En Argentina existen dos patologías neuroquirúrgicas prevalentes: el neurotrauma, que generalmente se debe a accidentes viales y que puede afectar el cerebro y la columna, y la enfermedad cerebro vascular, que se debe a una multiplicidad de factores –uno de ellos, genético–, pero que va en aumento debido especialmente a los factores de riesgo como el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad y el estrés crónico, entre otros.
Interactivo: radiografía de los siniestros viales en Mendoza
El 70 % de los que mueren en rutas y caminos mendocinos son hombres.
Información incompleta
De acuerdo a la visión del profesional, la base estadística más completa sobre la problemática no es estatal, sino de la asociación civil Luchemos por la Vida, una organización que monitorea el tema desde la década de los 90. De acuerdo a esa fuente, en 2018 murieron en Argentina 7274 personas a causa de las heridas que sufrieron en accidentes viales, es decir, unas 20 personas por día. De estas muertes, 327 se produjeron en Mendoza, una de las cifras más altas.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial cuenta con un observatorio en el cual se consignan las estadísticas de muertos en accidentes viales, desde 2016, con datos de cada provincia.
A nivel mundial, y de acuerdo a un trabajo del sitio Pulitzer Center, la tasa de muertes por accidentes viales es de 1,24 millones de personas por año y, si la tendencia continúa en aumento, se prevé que hacia 2030 la cifra se triplicará, es decir que llegará a los 3,6 millones. La misma fuente aclara que la pandemia tiene efectos más graves en los países subdesarrollados, especialmente por la falta de infraestructura que disminuya las posibilidades de siniestros, por la deficitaria atención que reciben los pacientes y porque suelen sufrir graves secuela de por vida.
Mercado Santori explicó que el creciente aumento de personas neurotraumatizadas como consecuencia de accidentes viales fue lo que determinó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la categorizara como una pandemia mundial, es decir que no se trata de un brote, sino de la propagación global de una enfermedad.
El 90 % de las muertes por accidentes viales se produce en países de bajos ingresos
Así lo asevera un informe del Banco Central realizado por el consultor Mariano David. En el mundo, 1,25 millones de personas mueren cada año por esta causa. En Argentina perdieron la vida 7213 personas sólo en 2017.
Las prioridades
¿Cuáles fueron las prioridades que plantearon en el N20 para intentar mitigar esta pandemia?
La primera fue la educación, la necesidad de reinstaurar como materia la educación vial, no como un tema dentro de otra asignatura, porque a los chicos sí se les puede enseñar; con los adultos llegamos un poco tarde. Otro de los temas que planteamos fue la creación de un registro unificado para que los centros públicos y privados reporten a los pacientes desde el momento en que ingresan, la clase de traumatismo que padecen, si fueron operados, si necesitan rehabilitación, porque esto permitiría analizar la situación y auditar lo realizado. También consigamos la necesidad de crear centros de rehabilitación de verdad, con la complejidad y la especialización que necesitan, así como una necesaria inversión estatal tanto en investigación como en entrenamiento de los profesionales.
¿No existe un registro estadístico de estos casos?
No hay un registro nacional de los pacientes que se atienden, de los que mueren y de los que quedan con secuelas. Hay información sesgada porque no abarca a todos los centros, no están los privados. Nosotros tratamos de llevar este tema al razonamiento médico, en el sentido de que primero hacemos un estudio situacional y nos basamos en pruebas complementarias para llegar a un diagnóstico, y recién entonces empezamos a plantearnos cuál es el mejor tratamiento. Aquí es lo mismo, pero nada de eso se hace a nivel de política de salud, entonces nunca vamos a poder hacer un diagnóstico situacional si no tenemos un sistema de registro unificado.
Usted planteó que tampoco existe un centro de atención integral para politraumatizados.
No existe un centro estatal de atención integral, un centro de neurorrehabilitación, y creo que eso sería obligatorio para una provincia como Mendoza, que además es centro de atención regional. Esto lo asumen los hospitales pero de una forma asistemática e incompleta. No son especialistas en neurorrehabilitación, hacen lo que pueden, están sobredemandados de pacientes. Nosotros, como Hospital Militar, estamos obligados a brindar el servicio cuando los otros centros están saturados de pacientes; la intención es articular para volver a ser un centro de derivación de neurotrauma porque contamos con neurocirugía las 24 horas y todos los servicios. Es importante entender que tanto el neurotrauma como las enfermedades cerebrovasculares son patologías que generan un altísimo costo para la salud y que tienen muchas secuelas para el paciente. Es decir, en el mejor de los casos, si el paciente logra sobrevivir y pasa por el posquirúrgico, entra a un programa de neurorrehabilitación y acá tenemos un solo centro que es privado. Además, creo que es necesario modificar el sistema de residencias para que existan médicos especializados para atender al paciente en un primer momento.
¿Qué modificaría de las residencias?
El título de médico en Argentina habilita para ejercer la medicina general, lo que ya es discutible, porque existe la especialización de médico generalista. ¿Qué pasa? Cada vez que sale un llamado para cubrir, por ejemplo, 250 cupos de residencias, solo se presentan 20 profesionales, entonces las autoridades se preguntan qué pasa, y en realidad esto tiene un porqué. Los médicos recién recibidos tiene dos opciones: ingresar a una residencia, donde la carga horaria es muy importante, también el estrés, y donde la paga es muy mala, o subirse a una ambulancia, donde pagan mejor, y hay personas que toman esta opción porque ya tienen una familia. Esos médicos recién recibidos se suben a las ambulancias, son los primeros que llegan al accidente y realizan lo que se llama la atención prehospitalaria, que es crucial porque ahí se decide si ese paciente va a vivir o morir, si quedará con secuelas de por vida, porque una vez que nos llega a la guardia ya pasó mucho tiempo, y el tiempo es tejido neuronal, es decir, función que se pierde. En otros países, esos profesionales tienen que hacer una especialización, están entrenados para esa atención, pero obviamente eso implica pagarle a un especialista. El único que puede cambiar esto es el gobierno, tiene que prohibir esto. El culpable no es el médico recién recibido, el culpable es el sistema que permite eso. Por eso, una política pública de salud es prohibir que los médicos recién recibidos se suban a una ambulancia; el primero en llegar al lugar del accidente tiene que ser un especialista.
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