Propina sugerida: vuelve el debate, pero con un proyecto "freezado" en la Legislatura

El tema propinas vuelve a las redes cada vez que un mozo o moza ve que dejan un monto ínfimo respeto del gasto total. En Mendoza hay un proyecto de ley con sanción inicial. También nos preguntamos qué pasó con la iniciativa para garantizar el agua potable en las mesas de bares y restaurantes.

Propina sugerida: vuelve el debate, pero con un proyecto "freezado" en la Legislatura

Foto: Télam

Sociedad

Unidiversidad

Ernesto Gutiérrez

Publicado el 08 DE SEPTIEMBRE DE 2021

Semanas atrás, el enojo de una moza de un restaurante de la Ciudad de Buenos Aires se hizo sentir en las redes sociales. La trabajadora afirmó en su cuenta de Twitter que un grupo de 15 jóvenes había gastado 36 mil pesos en una cena de sushi, pero junto al ticket, solo le dejaron 100 pesos de propina. La situación, una vez más, dejó voces a favor y en contra, e instaló nuevamente el tema.

Aunque el tema de la propina tiene décadas, la primera vez que se fijó por ley fue a través del “laudo gastronómico” en 1946, bajo el primer gobierno de Juan Domingo Perón. En convenio, Perón prohibía la propina individual de los trabajadores y establecía un sistema de retribución colectiva, proporcional a las ventas y que se repartía entre todos los trabajadores del establecimiento. La norma desapareció en 1976, con la llegada de la dictadura militar. Con la vuelta a la democracia, si bien hubo varios intentos por establecer nuevas normativas, todas quedaron olvidadas.

En Mendoza, quien volvió a poner el tema en discusión fue el diputado por el Frente Renovador Guillermo Pereyra (fallecido en 2020), que propuso en 2018 un proyecto de ley en el cual se incluiría en las facturas o comprobantes la leyenda “propina sugerida” para que mozos y mozas de establecimientos gastronómicos obtuvieran el 10 % del valor de lo consumido en las mesas que atendían. Sin embargo, el tiempo pasó y nada más se supo del proyecto.  

Guillermo Pereyra, fallecido diputado del Frende Renovador. Foto: Legislatura Mendoza

Intentando saber qué ocurrió con la iniciativa y qué se está haciendo al respecto, Unidiversidad dialogó con el actual diputado por el Frente Renovador José María Videla Sáenz, que sostuvo que, aunque la idea de Pereyra tiene sanción inicial de Diputados, ha sido olvidada por la actual Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC) del Senado.

“Hace tiempo venimos pidiendo que la LAC se expida en derecho para tratar este tema. Hoy, más que nunca, es un proyecto de suma importancia para los mozos, mozas y personal de este rubro, sobre todo por el mal momento que atraviesan producto de la pandemia. Además, el proyecto está como Guillermo lo dejó, no ha tenido modificación ni se le ha incorporado nada, no entiendo cuál es la tardanza de la Comisión. Espero que a fin de año estemos tratándolo y no se trabe con el recambio legislativo”, expresó Sáenz.

De ser tratada y aprobada, la propina sugerida por ley será del 10 % con respecto al monto total de la consumición correspondiente. El monto obtenido por el trabajador proveniente de las propinas por él recibidas no podrá ser descontado de su remuneración ni de los adicionales que perciba de conformidad al convenio colectivo.

“Si bien no haremos de esta ley una obligación, entendemos muy bien que aquí en la provincia muchas personas, incluso turistas nacionales e internacionales, tienen conciencia social al dejar propina cuando visitan los bares y restaurantes. Nuestra intención es que esta ley se haga una costumbre”, sostuvo el legislador.

En este sentido, se debe aclarar que el consumidor podrá solicitar al encargado del establecimiento que se elimine la propina de la factura cuando el servicio fue prestado de modo insatisfactorio o deficiente. La queja se asentará en el libro de quejas del establecimiento.

Propina: un tema incómodo y sin fondo común en restaurantes de la provincia

La Real Academia Española la define como un "agasajo sobre el precio convenido y como muestra de satisfacción que se da por algún servicio". En Argentina, es el 10 % de la consumición en el imaginario colectivo. Sin embargo, para quienes viven de ella, la propina es además un tema del que poco se habla.

Martín, de quien no diremos más que su nombre para preservar su identidad, es mozo desde hace 9 años y siempre estuvo ligado a este rubro. Este joven, que trabajó en varios bares y restaurantes de la Ciudad, afirmó que poco se habla del tema entre compañeros.

“Es un tema incómodo, no muchos quieren hablar de eso porque saben que no todas las propinas terminan en un fondo común. Si bien las recibe el mozo en virtud de un servicio que depende también de otros actores, siempre está el vivo que te dice que el cliente no dejó propina y se la guarda en el bolsillo. Es cuestión de moral y compañerismo, pero no todos lo ven así”, expresó.

Este trabajador reconoció que gana 25 mil pesos al mes por seis jornadas de 5 horas y media, y que la propina significa, actualmente, cerca del 25 % del ingreso mensual en su economía. "En situaciones normales, llegamos a duplicar o triplicar nuestro sueldo con las propinas; hoy, con la pandemia, solo llegás a la cuarta parte. Vivís con el día a día. A esta situación que vivimos, sumale la avivada de algún compañero que te dice que no han dejado ningún mango en la mesa. Genera bronca”, dijo Martín.

Consultado por la ley de propina sugerida, afirmó que sería muy bueno para el sector, aunque no terminaría con la viveza criolla de algunos. “Creo que sería bueno que haya una ley que le diga a la gente que, de manera voluntaria, podés dejar algo al mozo o la moza por sus servicio”, sostuvo.

“En ciertas ocasiones –completó Martín–, hemos separado las mesas en sectores y cada uno se queda con lo que el cliente le deja. Con otros compañeros, solemos compartir parte de nuestras propinas con la cocina y la barra, pero eso depende de cada mozo”, reflexionó.

Otro proyecto olvidado: el agua gratis en restaurantes y bares

En 2018, Ricardo Mansur –que era diputado provincial– presentó un proyecto de ley donde se establecía que todos los establecimientos gastronómicos, locales bailables y espectáculos públicos tenían que tener a disposición agua potable para consumo personal.

Ese mismo año, el diputado Mario Vadillo (ex-Protectora, hoy en el Partido Verde) presentó una iniciativa de iguales características. Sin embargo, ambos proyectos se acumularon y se aprobaron en la Cámara de Diputados en junio del 2019, con sanción inicial. Posteriormente, los pliegos pasaron a la Cámara de Senadores para obtener sanción definitiva, pero se archivaron en Comisión. Consultamos a Vadillo, que dijo a este portal que estos temas no salen de Comisiones por cuestiones legislativas y el poder persuasivo de algunas empresas.

“El 'lobby' y la imposición de estas empresas de aguas envasadas es muy grande. Son tan grandes que están por encima de las decisiones legislativas. Exponer sus temas en la agenda política les genera una pérdida muy grande. Su poder y las regalías que destinan al poder de turno generan que este tipo de proyectos no salga”, expresó el candidato a diputado nacional por el Partido Verde.

“Pese a todos los inconvenientes y persuasiones de la política –continuó el diputado–, nuestra idea tiende a que, en cualquier establecimiento gastronómico, donde el costo de una botella de agua mineral ronda los 90 a 150 pesos, el agua sea ofrecida en botellas y jarras sin límite de consumo, sin que medien solicitud o costo alguno”, dijo.

Y completó: “Si bien la práctica de pedir un vaso de agua ya está instalada en los comercios gastronómicos, esto sucede solo en el caso excepcional de que alguien decida beber agua de la canilla durante todo el almuerzo o la cena; es por eso que este proyecto no tiene un impacto negativo para las ventas de los restaurantes y bares, pero sí es un derecho más ganado para el consumidor y para quien lo requiera en esos casos. Además, en estos comercios deberán exhibir un cartel con la siguiente leyenda: ‘Sr. cliente, en este comercio usted tiene derecho a que se le provea agua potable en forma suficiente y gratuita’”.

Luján y Godoy Cruz, a la vanguardia del expendio de agua gratuito

Como una forma de avanzar con la propuesta, los departamentos de Luján de Cuyo y Godoy Cruz establecieron, mediante una ordenanza, la obligatoriedad de los comercios gastronómicos de ofrecer gratuitamente agua potable a sus clientes. Quien incumpla con lo establecido será sancionado con una multa de 1000 unidades tributarias.

Medidas similares existen ya en provincias como La Pampa, Córdoba y Santa Fe, donde los comercios están obligados a proveer de agua a todos sus clientes, libre y de manera gratuita.

Dentro del proyecto, se establece como objetivo "crear conciencia y dar una posible solución a una situación concreta, que es que los ciudadanos pasan muchas horas fuera de sus casas sin acceso a fuentes de agua segura y gratuita".

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