En el primer día con el aeropuerto El Plumerillo cerrado, en la terminal de ómnibus había más periodistas y policías que pasajeros. Este paisaje contradijo todos los rumores que circularon durante estos cinco meses, desde que se anunciaron las obras en la estación aérea el pasado 5 de abril hasta la fecha, que estimaban una “superpoblación” en la estación terrestre.

Aunque desde el área de Turismo aseguraron que poco a poco se incrementará la cantidad de pasajeros que se trasladarán desde la terminal hacia los aeropuertos alternativos, en el lugar había la cantidad usual de viajeros que se puede encontrar cualquier miércoles a las 10 de la mañana. Lo que sí llamó la atención fue la cantidad de policías que fueron destinados allí por el operativo que se realiza.

En el primer micro al aeropuerto de San Luis se trasladó a una sola persona, mientras que el 80 % de los pasajeros viajó hacia San Juan para tomar su vuelo. Desde la Secretaría de Transporte aseguraron que el aeropuerto alternativo al que debe trasladarse el pasajero no depende de su elección sino del avión que tome. Para evitar confusiones, cada pasaje gratuito en autobús especifica el número de vuelo que abordarán luego los viajeros, mientras que en los ómnibus hay un cartel junto al destino y las horas de salida, tanto del transporte terrestre como del aéreo.

Antes de subirse al micro, los pasajeros deben realizar un pre check-in y pueden esperar la salida del autobús en la sala de preembarque que fue preparada exclusivamente para desarrollar este operativo, y que cuenta con máquinas de café, la posibilidad de comprar productos de panadería y un puesto de atención al turista. Está ubicada en el primer piso del ala Este de la terminal y sólo se puede acceder por las escaleras porque el ascensor no funciona.

Una pareja que viajaba hacia Buenos Aires junto a su hija por motivos turísticos contó que ya tenían previsto el viaje desde antes de que se anunciara el cierre del aeropuerto y que sacaron los pasajes posteriormente a la noticia. Aún así, optaron por trasladarse en micro hacia San Juan y de ahí en avión hacia la capital del país porque el viaje por aire es más cómodo y rápido.

También había una mujer que tenía el mismo destino pero por motivos laborales. Explicó que no dependía de ella si viajaba en micro o en avión, pero que estaba de acuerdo con que se cerrara el aeropuerto para mejorar las pistas y así priorizar la seguridad de los viajeros.