Prevenir la desertificación o morir en el intento

La desertificación es la degradación persistente de los ecosistemas de las tierras secas y afecta los medios de vida de millones de personas en el mundo. Una parte significativa de las tierras secas ya está degradada y la desertificación en curso amenaza a las poblaciones más pobres del mundo. Un análisis del caso y propuestas para impedirlo.

Prevenir la desertificación o morir en el intento

Mendoza es un oasis gracias al trabajo del hombre, pero si no se cuida, corre riesgo de desertificación. Foto: Unidiversidad.

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Fuente: Medio Ambiente/Ecoticias.com

Publicado el 28 DE JUNIO DE 2017

La desertificación es en la actualidad uno de los mayores desafíos ambientales a los que debe enfrentarse el mundo. Es una barrera importante para satisfacer las necesidades humanas más básicas y conduce a la pobreza y a la migración ambiental. Las causas de la desertificación incluyen factores sociales, políticos, económicos y climáticos que contribuyen a un uso no sostenible de los escasos recursos naturales. La magnitud y los efectos de la desertificación varían mucho de un lugar a otro y cambian con el tiempo. Además, subsisten grandes lagunas en nuestra comprensión y monitoreo de los procesos de desertificación, que a veces impiden acciones rentables en las áreas afectadas.

Fuera de las tierras secas, la desertificación también tiene fuertes impactos ambientales negativos; por ejemplo, aumentando la aparición de tormentas de polvo que afectan zonas muy alejadas de las áreas desertificadas y pueden causar problemas políticos, económicos y sociales. Dependiendo del grado de sequedad de una región, se puede prevenir la desertificación y restaurar los ecosistemas de las tierras secas a través de intervenciones y adaptaciones específicas, puesto que esta es la forma más eficaz de hacer frente a dicha problemática; los intentos de rehabilitar las zonas desertificadas son costosos y tienden a ofrecer resultados limitados.

Los escenarios desarrollados por la Evaluación de Ecosistemas del Milenio para explorar el futuro de la desertificación y el bienestar humano en las tierras secas muestran que es probable que aumente el área total desertificada y que el alivio de las presiones sobre las tierras secas está fuertemente ligado a la reducción de la pobreza.
 

Prevenir, prevenir y prevenir es la solución

Los enfoques proactivos de gestión serán probablemente los más eficaces para hacer frente a la desertificación. En general, combatir la desertificación genera múltiples beneficios locales y mundiales y ayuda a mitigar la pérdida de biodiversidad y el Cambio Climático mundial inducido por el ser humano. Los enfoques de gestión ambiental destinados a combatir la desertificación, mitigar el Cambio Climático y conservar la biodiversidad están interrelacionados de muchas maneras. Por lo tanto, la aplicación conjunta de los principales convenios ambientales puede conducir a una mayor sinergia y eficacia, lo que beneficia a las poblaciones de las tierras secas.

La lucha eficaz contra la desertificación ayudará a reducir la pobreza mundial y es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Las poblaciones de zonas secas deben tener acceso a alternativas viables y sostenibles para poder mantener sus medios de subsistencia sin provocar la desertificación. Estas alternativas deberían incorporarse en las estrategias nacionales de los países de todo el mundo.

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