El Gobierno nacional presentará, en tiempo y forma, su segundo proyecto de ley de Presupuesto completo desde que Mauricio Macri llegó al poder. Pero será sólo una cuestión de cumplimiento de los tiempos legales y de planteo del temario general para la economía que viene. El debate en serio se dará después de las elecciones, con el nuevo cuadro electoral que surja luego del 22 de octubre. Al menos así lo adelanta el diario ambito.com.

La idea es que los números que el oficialismo espera para 2018 sean lo suficientemente buenos como para que atraigan voluntades electorales, pero que la discusión de fondo se dé con los legisladores necesarios con los que se pueda tener una discusión "sensata".

Por "sensata" el macrismo entiende todas las fuerzas con buena voluntad de discusión, lo que en la lógica oficial excluye al kirchnerismo (en todos sus planos) y a la izquierda. La votación se dará en diciembre, con el nuevo Congreso ya asumido. La presentación del detalle de gastos y recursos la hará el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el viernes a las 13 en una reunión plenaria de la Comisión de Presupuesto, que conduce el macrista Luciano Laspina, y que contará con la presencia del presidente de la Cámara, Emilio Monzó, autoridades del bloque y de diputados opositores.

Será la segunda vez que el presidente Mauricio Macri presentará el Presupuesto ya que el primer año de su mandato debió gobernar con la iniciativa de gastos y recursos sancionada en el Gobierno kirchnerista, y lo hará como lo establece la Ley de Contabilidad, que dispone que se debe presentar el 15 de septiembre de cada año.

Los números generales contemplan un crecimiento del 3,5 % de la economía y un fuerte aumento de los recursos para obras de infraestructura. El oficialismo buscará sancionar este proyecto, así como la extensión de los impuestos del ley de cheque y del cigarrillo que vencen a fin de año tras la asunción de los diputados electos en octubre, ya que Cambiemos confía en sumar más bancas en caso de repetir los resultados obtenidos en las PASO cuando triunfó en la mayoría de los distritos del país y perdió por escaso margen en Buenos Aires y Santa Fe.

El interbloque de Cambiemos tiene 86 diputados y, si se repiten los resultados de las PASO, alcanzará 104 bancas en la Cámara baja con lo cual sólo necesitará sumar 25 votos aliados en lugar de negociar con 43 bancas, como sucede en la actualidad para asegurarse el quórum en el inicio de cada sesión -se requieren 129 legisladores- y la mayoría para votar no sólo el Presupuesto, sino la prórroga de los impuestos al cheque y al cigarrillo que vencen a fin de año.

Un triunfo electoral le facilitará al oficialismo las negociaciones que debe encarar con los gobernadores para garantizar la sanción de estas leyes económicas, no sólo en Diputados, sino en el Senado -donde, si bien sumará nuevas bancas, el peronismo seguirá siendo mayoría en ese ámbito parlamentario-.

Fuentes del oficialismo señalaron que tras las elecciones del 22 de octubre terminarán de cerrar todos los acuerdos con los gobernadores para votar en sesiones extraordinarias entre el 10 y el 15 de diciembre el Presupuesto, y la prórroga de impuestos, responsabilidad fiscal para permitir que antes de Navidad haga lo propio el Senado. El proyecto para 2018 prevé un crecimiento económico en torno al 3,5 %, una inflación del 10 %, un déficit fiscal del 3,2 % del Producto Bruto Interno (PBI) y nuevos recortes de subsidios a tarifas de servicios públicos.

Uno de los datos centrales será el aumento del Presupuesto en obras de infraestructura, según anunció el miércoles último el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien señaló que "el año que viene la inversión en infraestructura va a aumentar un 50 % en términos reales". Peña dijo que "este año la obra en infraestructura federal del país será equivalente al 2,6 % del PBI y el año próximo va a aumentar casi un punto entero, al 3,5 %".

Además, el Gobierno enviará en las próximas semanas la prórroga del impuesto al cheque -el tercero que aporta más recursos a las arcas públicas- pero que siempre genera un arduo debate con las provincias, ya que se coparticipa sólo en un 30 %, y más cuando está en discusión un aumento del Fondo del Conurbano para la provincia de Buenos Aires.