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21 DE NOVIEMBRE DE 2024
El AFSCA presentó el informe anual sobre contenidos de la TV Abierta Argentina Período 2011, correspondiente a los meses de diciembre 2010 a diciembre 2011. Algunos datos son alentadores, aunque para los autores del trabajo aún falta mucho para que los medios se adapten a los contenidos de la ley 26.522.
La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación audiovisual presentó el informe anual sobre contenidos de la televisión abierta en el país durante el año 2011. En realidad, la presentación en si es un compendio de los trabajos producidos en cuatro trimestres, en los que básicamente se analizan el origen de la producción, el tipo de programas y la estructura de propiedad de los medios.
Según los directores del estudio, los Licenciados Gustavo Bulla y Mariana Baranchuk, el objetivo del Informe es comparar los principales aspectos analizados en los informes parciales, con el objeto de apreciar tendencias generales y detectar principales variaciones a partir de la composición de los contenidos que se emiten en la televisión abierta argentina, permitiendo además visualizar la evolución de la adecuación a la Ley 26.522.
Según Bulla estos informes se vienen realizando desde el año 2008, incluso previo a la ley. “Desde entonces venimos haciendo informes trimestrales sobre la programación de la televisión abierta en todo el país, que en la actualidad reúne unos 44 canales, y ahí lo que tratamos de cuantificar es si hay producción propia, si proviene de la ciudad de buenos aires, cuanto de producción nacional y cuanto de producción extranjera hay y también tenemos una categorización por tipos de género y demás. Lo importante es que acá ya empezamos a ver algunos efectos de los cambios que la nueva ley de comunicación audiovisual plantea para el marco nacional.”
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta del informe es el que surge de los datos comparativos en cuanto a la cantidad de horas retransmitidas en red (esto es que un programa se transmite en forma simultánea en la Capital y otras localidades) en los distintos canales del país.
Según el Director de Fiscalización y Control del AFSCA, Gustavo Bulla, desde los primeros estudios de este tipo, hechos por Heriberto Muraro y Margarita Graciano a principios de los 70, se establecía que había una relación de entre el 70 y el 80 por ciento en la programación que se veía en todo el país proveniente de la Capital Federal. “Eso era evidente en un país con una gran centralización económica, cultural, etc., que obedece a fenómenos históricos” asegura Bulla. “Cuando la televisión abierta argentina se consolida, que es a principios de la década del 70, donde ya hay un universo de televisores casi en el ciento por ciento de los hogares, esos eran los números, y lo que era peor es que alrededor del 50 por ciento de la publicidad quedaba en los canales de la Capital Federal, lo que demostraba que era un movimiento claramente centralista y además con garantía de perpetuidad, porque los ingresos quedaban en el mismo lugar, con lo cual, salvo honrosas excepciones en las grandes capitales del interior del país, era muy difícil que apareciera una producción importante. Eso se ve luego profundizado con la utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación como la transmisión vía satélite y demás”.
A principios de 2008, cuando se comienza con los primeros estudios actuales, los números de retransmisión en red estaban alrededor del 70 por ciento, con una marcada diferencia en las distintas regiones del país.
Según el informe, en el año 2011 se observa que el promedio anual del total de horas retransmitidas en las provincias argentinas es: en red 48,5% y en diferido 11,5%. De esto resulta que en las provincias argentinas el 60% de los contenidos provino de la región AMBA (Capital Federal y Gran Buenos Aires). Por su parte, la región AMBA solamente retransmite un 2% en diferido.
Si se observa solamente los valores anuales, queda claro que aún falta mucho para que la retransmisión en red se adecúe a lo estipulado por la ley 26.522. Sin embargo, cuando se observa el cuadro de evolución, se ve que la transmisión en red fue de un 53% en el primer período, ascendió (por motivos de tipo estacional) al 55% en el segundo; bajó al 45% en el tercero para cerrar en 41% en el último período analizado. Por lo que, evidentemente, aunque todavía falte para ajustarse a derecho, hay un movimiento perceptible en ese sentido.
Por otra parte, la retransmisión en diferido tuvo un movimiento ascendente del 11% en el primer período al 16% en el último. En ese sentido, si la red disminuyó 12 puntos porcentuales y la retransmisión diferida aumentó 5 puntos, se puede entrever que posiblemente la producción propia y de terceros locales ascendió unos 7 puntos porcentuales, lo que de mantenerse la tendencia creciente durante 2012 sería altamente auspicioso para el fomento a la producción de contenidos regionales.
Para Bulla estos valores constituyen una buena noticia, en términos que si bien todavía no llegan a lo que la ley estable, que es un límite del 30 por ciento, ya marca una suerte de reconversión que disminuye los valores.
Las razones de estos números son variadas, pero para el director del estudio “esto no quiere decir que la ley no se esté cumpliendo o que no se estén aplicando las sanciones correspondientes, lo que si quiere decir es que hubo distintas maniobras judiciales que retrasaron la puesta en práctica de esa limitación a la transmisión en red. Recientemente uno de esos recursos interpuesto por Cadena 3, la radio de origen cordobés, fue desistido por la Cámara en primera instancia en la provincia de Córdoba. Esto es una buena noticia.”
De todas maneras, los resultados obtenidos señalan que el centralismo del sistema y la alta penetración de los contenidos emitidos por los canales de cabecera propiedad de Grupo Clarín y Telefónica aún no se han revertido. Según el Directivo del AFSCA, “lo que ahora resta es que esta menor incidencia de la televisión porteña empiece a ser cubierta con producciones locales, regionales y demás. Con respecto a esto hay distintas políticas de estado que se están llevando adelante, entre otros los concursos del INCAA, de televisión digital, también la presencia de los Nodos y Polos de televisión universitaria, y algunas otras políticas que vamos a tener que instrumentar para empujar a este cambio que es trascendente y no es fácil que se dé por el mero imperio de la ley.”
“Es muy posible que con la aplicación completa de la ley se van revertir aún más estos valores”, asegura Bulla, “pero también hay que tener en cuenta que la aplicación profunda de la ley en lo que hace a retransmisión en red va a posibilitar este cambio. Para eso hay que aplicar la ley a rajatabla. En ese sentido, como ya dije, hay un fallo favorable por el recurso interpuesto por Cadena 3, así que en poco tiempo más vamos a tener que aplicar tal cual está reglamentado el tema de la limitación a la retransmisión en redes, esto es que todas las emisoras sean de radio o televisión que transmiten en red deberán presentar ante AFSCA los papeles que certifiquen que no exceden el 30 por ciento y los contratos comerciales, porque la ley en el artículo 65 no sólo establece la limitación al 30 por ciento sino que establece algo casi tan importante como eso, que es que el 100 por ciento de lo que se produce en publicidad en cada emisora filial debe quedar en ese lugar, para que no pase lo que viene sucediendo del origen de la televisión privada que no sólo iban las latas con los programas sino que además iba la pauta publicitaria y quedaba la recaudación en Buenos Aires, lo que imposibilitaba el desarrollo de una industria audiovisual en distintos lugares del interior del país.”
En relación al origen de la programación propiamente dicho, en las Provincias se advierten menos modalidades de producción en relación a lo que se aprecia en la región AMBA (Capital Federal y Buenos Aires) donde se concentran los 5 canales de cabecera.
La producción propia promedio anual se encuentra en un 24% (3 puntos más que en el año anterior y a 6 puntos porcentuales por debajo de lo que la ley 26.522 obliga).
La producción de terceros se ubica en un 11% (5 puntos porcentuales más que en el año anterior). Por lo que puede sostenerse que mayoritariamente la disminución de la retransmisión fue suplida por producción propia y de terceros locales, implicando un reposicionamiento de la producción de
En lo que respecta a tipos y géneros de programas, es importante destacar que los programas educativos/divulgación cultural no llegan al 1% por tener un espacio muy reducido en la TV privada. En ese mismo sentido, los documentales son prácticamente inexistentes en la TV comercial.
Las variedades siguen siendo el tipo de programación estrella de la televisión privada ocupando más del 40% de la pantalla. Se observa también un descenso en la cantidad de infomerciales que se emiten.
Un tema a destacar es como los canales han debido aumentar notablemente el espacio destinado a la programación infantil a fin de adecuarse a la nueva normativa.
Gustavo Bulla asegura que “este era prácticamente un género que había desaparecido de la televisión abierta, (es decir la televisión gratuita que llega a todos los hogares), y hoy tenemos en el promedio anual un marcado crecimiento. Eso tiene que ver que la ley y el decreto reglamentario dispone que todos los canales de televisión abierta tienen que transmitir al menos tres horas diarias de programación dedicada a la infancia, la mitad de ellas de producción nacional”.
Finalmente, y para tener una idea clara de donde se está parado en lo que respecta al proceso de aplicación de la Ley 26.522, veamos la conclusión del informe.
“El funcionamiento del sistema mediático se encuentra en un proceso lento de adecuación a lo que establece la Ley 26.522. Los cambios a lo realmente existente que promueve la nueva normativa son tan profundos que obligan a la transformación de varias lógicas en simultáneo (económicas, productivas e, incluso, creativas).
Este proceso es indispensable, no sólo para cumplir con la ley, sino también para construir un nuevo modelo que albergue todas las voces y garantice la pluralidad y diversidad de prestadores, formatos y perspectivas. Para ello es insustituible la presencia y acción efectiva del Estado.”
Consultado finalmente sobre los alcances de las maniobras judiciales impulsadas por el Grupo Clarín que impiden la aplicación plena del artículo 161 de la ley, Gustavo Bulla afirma que “lo último que hay es un dictamen del procurador general de la Nación en el que determina claramente que no hay ningún tipo de derechos conculcados, de derechos a la propiedad ni de derechos adquiridos como es lo que argumenta el grupo Clarín para que no se aplique el artículo de referencia, que es el que establece un plazo de un año para que las empresas que estuvieran excedidas en cantidad de licencias o que tuvieran licencias ahora incompatibles con la nueva ley, pudieran adecuarse al nuevo marco. Ese año de plazo debería haber vencido a principios de 2011, pero el grupo sigue con esa prerrogativa que entendemos que en poco tiempo más durante este año la corte Suprema de Justicia va a tener que expedirse”.
Fuente: www.afsca.gov.ar, radio nacional
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