La causa por el asesinato de José Luis Bolognezi prescribió, es decir que el crimen quedará impune, porque se acabó el tiempo para que el Estado encuentre a los culpables. Ahora, la familia del joven, cuyo cuerpo fue encontrado en septiembre de 2002 en un baldío en San Martín, se presentará ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Uno de los abogados que representa a la familia Bolognezi, Lucas Lecour, confirmó que la Cámara del Crimen de San Martín notificó la prescripción de la causa, para lo cual se tuvo en cuenta el último “acto útil” que se realizó en la misma, que fue la primera elevación a juicio, ya que por el crimen se sustanciaron dos juicios.

Lecour explicó que, para este caso, la prescripción prevista en el Código Penal establece como plazo el máximo de la pena que importe el delito cometido, con la salvedad de que ese plazo no puede superar los doce años y no puede ser menor a dos. En este caso, los acusados –quienes fueron sobreseídos en el segundo juicio– fueron imputados por el delito de homicidio en agresión, que tiene una pena máxima de 6 años. Es decir que los plazos se cumplieron.

El abogado, integrante de la Asociación Civil para la Defensa y Protección de los Derechos Humanos Xumek, explicó que la familia del joven ya confirmó su intención de acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lo que se concretará en breve. En esta instancia, la presentación no es contra una persona, sino contra el Estado argentino por dejar que el crimen quede impune.

Dante Bolognezi, hermano de José Luis, aseguró que seguirá buscando justicia.

Sin Justicia

Pasaron 13 años desde la noche del 14 de septiembre de 2002, cuando José Luis "Kote" Bolognezi salió de su casa para asistir a un cumpleaños. Fue la última vez que lo vieron con vida. En la madrugada encontraron su cuerpo sin vida en un baldío de San Martín, frente a la estación de servicio La Jirafa. El asesinato produjo conmoción en el departamento, y los vecinos y la familia del joven participaron en más de cien marchas para pedir justicia, algo que nunca encontraron.

La investigación fue liderada por el juez Ricardo Shultz e intervino Carlos Dalton Martínez como subrogante. La Justicia señaló como primeros sospechosos al hijo de un conocido empresario de la zona, Abdo Girala; al cobrador de la firma, el exboxeador Carlos "Metralleta" Pérez; a Sebastián Martínez (hijo del juez), y a Claudio Bonivardo. Los dos últimos fueron exculpados sin llegar al juicio oral y sólo quedaron imputados Girala y Metralleta por homicidio en agresión, que es cuando varias personas agreden a un sujeto pero no se sabe quién lo mató.

Por el crimen se sustanciaron dos juicios. El primero concluyó en 2009 y los jueces Carmen Alicia Coronel, José Balliro y Pedro Bernardo Carrizo absolvieron a los dos imputados por falta de pruebas. La Suprema Corte de Justicia anuló la sentencia y ordenó realizar un nuevo juicio, que comenzó en noviembre del 2013. Los magistrados Ariel Spektor, Viviana Morici y el presidente del tribunal, Eduardo Orozco, absolvieron al exboxeador "Metralleta" Pérez. En cuanto a Girala, también fue absuelto, aunque en este caso Orozco votó en disidencia y se pronunció por su condena.

El cuerpo de José Luis Bolognezi apareció tirado en un baldío ubicado en el centro de San Martín.

Luego de la sentencia, el hermano de José Luis, Dante, dijo en una entrevista que concedió a Unidiversidad que, aunque no encontró justicia, hubo grandes avances en el segundo juicio. Explicó que quedó probada la cadena de encubrimiento que se montó, la relación entre el padre de uno de los imputados y el policía que investigaba, que se borraron pistas, que el cuerpo se desplazó en varias oportunidades, que contaminaron la escena del crimen, que existen contradicciones entre los testigos, que se amenazó a muchos que intentaron hablar. Y algo más: que uno de los jueces, el presidente del tribunal, Eduardo Orozco, votó en disidencia y se pronunció por la condenada de Girala.

En esa misma entrevista, Dante aseguró que seguirá buscando justicia para su hermano, y lo hizo. Sus abogados –Lucas Lecour y Sergio Salinas– presentaron ante la Cámara del Crimen de San Martín un recurso de casación, es decir que apelaron la sentencia a un tribunal superior. El mismo fue aceptado y elevado a la Suprema Corte de Justicia, que tenía tres opciones: confirmar la sentencia, condenar a quienes fueron absueltos o dejar que la causa prescribiera sin tomar una decisión. Esto último fue lo que efectivamente pasó.

Los abogados de la familia Bolognezi recibieron la confirmación de la prescripción de la causa por parte de la Cámara del Crimen de San Martín, por lo que la causa quedará impune. Claro que con esta figura no desaparece el delito, sino que prescribe el derecho del Estado para perseguir o ejecutar la pena.

Ahora, la familia del joven dio su consentimiento para que los abogados presenten un reclamo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que es contra el Estado por permitir que el crimen quedara impune. Lecour aseguró que comenzarán a trabajar en la presentación, que se realizará en breve, aunque no confirmó una fecha.

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