El martes 13 de junio se conmemoró nuevamente el Día del Escritor. El acto organizado en la Biblioteca Pública General San Martín por la filial mendocina de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) contó con la presencia del secretario de Cultura, Diego Gareca; el coordinador de Ediciones Culturales, Alejandro Frías; la directora de la Biblioteca Pública General San Martín, Marta Babillón, y el presidente de la SADE Mendoza, Luis Arcuri.

Además del homenaje a los fundadores de la SADE, y el anuncio, por parte de Gareca, de acciones coordinadas con bibliotecas populares de toda la provincia, el acto fue la ocasión elegida por la Secretaría de Cultura de la Provincia para otorgar el reconocimiento a los ganadores del Certamen Vendimia 2016.

Se trata de Sergio Pereyra, por Hamlet a la hora del desayuno (categoría Poesía); Ika Fonseca, por Pulpa (categoría Cuento); Valentina González por La Mujer Perdida (categoría Novela) y Fernando G. Toledo por El mar de los sueños equivocados (categoría Infanto-Juvenil). Osjar Navarro Correa, ganador en la categoría Dramaturgia con Destacamento, no pudo participar del acto por motivos personales.

Alejandro Frías, escritor, editor, periodista y actual coordinador de Ediciones Culturales, se mostró satisfecho con el trabajo hecho hasta el momento y entusiasmado por las tareas de cara a la Feria del Libro de Mendoza, que se realizará en septiembre. "La experiencia ha sido muy buena. Es la primera vez que me toca estar de este lado del certamen y sentir que hay tantas obras que se presentan, aunque haya autores a los que les falta trecho por recorrer, saber que hay esa potencia, esa capacidad de producir y esa necesidad de decir, indica que estamos en un buen camino. En los concursos hay que empezar a afinar la puntería para que los de estímulo sean verdaderamente de estímulo y los concursos como el Vendimia sean verdaderos reconocimientos. La masa de trabajo presentada muestra que podemos sacar muy buenas cosas", confió el ahora funcionario.

¿Se presentaron 200 obras?

Entre todas las categorías, sí. La categoría Cuentos llegó a 75, Poesía estuvo cerca de las 60. Lo sorpresivo es Infanto-juvenil: se presentaron 30 obras y era la primera vez que se convocaba, es decir que había mucha gente escribiendo para pibes y que no tenía los canales para publicarlo. Siempre se habla de Mendoza como tierra de poetas pero la mayoría de lo presentado era narrativa, además de dramaturgia. Tenemos buenos dramaturgos también.

¿La idea es llegar a la Feria del Libro con toda la obra editada?

Sí. Están los caminos administrativos, que son los más complicados, pero trabajando con tiempo podemos llegar a tener la obra impresa para la Feria. Es necesario que el autor tenga el objeto libro en sus manos lo antes posible, incluso antes que el dinero. Esa es su verdadera satisfacción. Si no lo presentamos ahora en Mendoza, pasa a la Feria del Libro de Buenos Aires (mayo de 2017), y no es el ámbito primigenio para presentar un libro que ha sido ganador en la provincia.

¿Qué te parecieron las obras ganadoras?

Leí las cinco obras. En algunas categorías tuvimos un jurado duro, que hizo observaciones importantes a las obras, tanto a las ganadoras como a las que no ganaron. A la hora de leerlas me doy cuenta de que son buenas, lo que muestra que tuvimos buenos jurados. Las cinco son de una calidad importante. Me alegré mucho con el premio de Cuento porque es lo más loco y disruptivo en la tradición de los ganadores de Vendimia, ya desde la estructura, que propone una seguidilla de cuentos casi sin pausa, lo que genera un vértigo entre lo mágico, el terror, lo real, lo policial. Si nos jugamos, podemos pensar en un texto hasta híbrido.

Algo que se mencionó durante la discusión del jurado fue que, en cierto modo, este trabajo tenía componentes de novela...

Claro, además de los distintos tonos, los recursos narrativos, desde los más formales hasta los más ocurrentes. En lo personal, me satisface mucho que haya ganado una obra así. Por otro lado, tenemos por primera vez un premio en Infanto-juvenil, que es una novela para adolescentes. Uno podía llegar a suponer que ganaría un cuento, un libro ilustrado, pero ganó una novela para una franja compleja, con temas bien tratados y sin tabúes. Para ser el primer año de la categoría, tenemos una buena cosecha.

Por lo demás, sabemos que tenemos buenos poetas, buenos novelistas. En el caso de Dramaturgia viene a coincidir con antiguos jurados. Gana una obra (Destacamento) que es la tercera parte de una trilogía cuya primera parte (Pajarito) había recibido un premio en Buenos Aires. Hablamos de una dramaturgia sólida y definida, y tenemos el orgullo de premiarla.

¿Cómo sigue la tarea de Ediciones Culturales?

Hemos diversificado la cantidad de acciones. Ya no sólo publica, también coordina actividades y convoca a escritores. Si un escritor trae una propuesta viable, la llevamos adelante. El gran desafío a corto plazo es la Feria del Libro, pero también el Día de las Letras Mendocinas en julio. Estamos con el ciclo "La poesía está ahí" a partir de un concepto claro, que en la música también hay poesía. En septiembre está la Feria del Libro y en octubre las actividades de homenaje a Antonio Di Benedetto en el aniversario de su muerte. Todo esto más la publicación de algunos libros en gateras.

¿Habrá otros concursos?

Sí. En los próximos días largaremos el concurso de literatura erótica a nivel nacional desde la Secretaría de Cultura.