Por séptimo año consecutivo, el Instituto Superior Fabián Calle distinguirá a personalidades destacadas por su labor en el ámbito del Periodismo, la Locución y la Operación Técnica en radio y TV, con el agregado en esta edición del premio a la labor en Producción en Radio y TV.

A la hora de ponderar la tarea de estos comunicadores, el jurado, integrado por destacados profesionales del medio y docentes del Instituto Calle, decidió distinguir a: Verónica Gordillo en Periodismo, en Locución a Eduardo Ripari (MDZ Radio), en rubro Operador Técnica de Radio y TV a Miguel Contreras (LV6 Radio Nihuil) y en Producción de Radio y TV a Federico Kcruger (Canal 7 Mendoza).

La entrega de Premios Calle tendrá lugar este miércoles 11 de noviembre a las 20.30 en la sala 2 de la Nave Cultural.

Verónica Gordillo es periodista de la UNCUYO. Licenciada en Comunicación Social, egresada de la Universidad Maza, ha transitado por numerosas redacciones, entre las que se destacan Diario Los Andes y Diario El Sol, tuvo una fuerte inserción en la coordinación de contenidos en el Semanario El Sol, dedicado al periodismo de investigación. Fue la única mendocina ganadora de las Becas AVINA de Investigación Periodística para el Desarrollo Sostenible.

A los 18 años de edad empezó a trabajar en comunicación, justo cuando cursaba primer año del ciclo académico. Hoy integra la redacción multimedia de la plataforma digital de la Universidad Nacional de Cuyo y realiza sus aportes en el canal de TDA Señal U. Quienes comparten con ella la redacción rescatan su compromiso y compañerismo.
 

La mirada de las colegas

Marina Walker. "Verónica Gordillo es una mujer que honra este oficio maravilloso que es el periodismo. Laburante como pocas, obsesionada con la precisión, trotamundos, buscadora incansable de historias y personas. Siempre tuvo clarísimo quiénes eran los importantes en esta profesión: la gente y el lector. Cuando otros sienten que llegaron, que lo saben todo, ella siempre está en camino, buscando aprender, revisándose, desafiándose. Nada la hace más feliz que patear el barrio, el campito, los puestos de Lavalle, libreta en mano y esa capacidad de asombro que sigue intacta. Periodista hasta la médula. Humanidad sin límites".

Gabriela Ceppi. "Un buen periodista es el que mira, camina por las calles, se toma el micro, observa a la gente. Después de hacerlo comienza a construir la historia, elaborando lo que considera un reflejo de lo que vivió. Pero además es aquel que escucha todas las voces, de hecho le da voz a quienes no la tienen.

"Un buen periodista no debe aceptar regalos suntuosos y mucho menos sentirse amigo de los hombres o mujeres del poder. Así es, lo comprobé con el paso de los años.

"Esto es solo parte de lo que me enseñó Verónica Gordillo, una periodista como pocas. Agradezco enormemente que haya participado en mi formación profesional, de hecho soy una parte de sus consejos. El periodismo y la necesidad de escuchar al otro está en sus venas y ese sello se ve en todos y cada uno de sus trabajos".

Cecilia Pérez. "En tiempos en que las noticias se pisan la cola entre sí, que alcanza con terminar lo más rápido para pasar al siguiente tema y lo central es quien llega primero sin importar qué hay detrás de cada palabra, ella está ahí pidiendo que miren la cara de cada historia y lean el dolor o la alegría de los ojos del otro.

"Así es Verónica Gordillo. Una gran periodista que en momentos de inmediatez y vorágine informativa, sigue peleando por los principios básicos del periodismo: lo importante no tapa lo urgente y el entrevistado siempre, siempre es más trascendental que el entrevistador. Gracias, negra querida, por ser la persona y periodista más consecuente con el bien común que he conocido después de nuestro amigo Fabián Álvarez".

Jimena Catalá. "Pasión, compasión, entrega, compromiso, conciencia, coherencia, alegría, revolución, veracidad, humildad, incondicionalidad, resiliencia, vida, espontaneidad. Sí, son muchas palabras, pero definen exactamente a 'La Vero', a 'la Negra querida', a 'la Gordillo friolenta'.

"Ella, capaz de despertar sonrisas y convertirlas en carcajadas en cuestión de segundos. Ella, con un empuje admirable que, sin quejas ni reproches, un día se enamoró de este oficio tan privilegiado como complejo que es el periodismo. Ella a quien, sin siquiera haberla visto personalmente, conocí a través de su escritura y de ese modo tan noble de ejercer el periodismo, siempre en la senda de la veracidad. Y un día, gracias a esa magia que a veces tiene esta 'vida absurda', nos cruzamos en una redacción, me tendió su mano y me permitió aprender de su caminar".