Para el economista y especialista en neuroeconomía, Sebastián Laza, no habrá que hacerse tantas espectativas a partir de la nueva normativa nacional que apunta a transparentar los precios de todos los productos que consumimos, ya sea en grandes cadenas o en pequeños almacenes. Es que, según Laza, el país está lejos de comenzar una batalla de precios que terminen en una deflación o baja de precios con el pago al contado, salvo excepciones. "El Gobierno nacional le ha puesto más fichas a esta medida de lo que realmente es". Sí, en cambio, el especialista manifestó que se podrán notar algunas "avivadas" por parte de los comerciantes, lo que significaría un riesgo para los consumidores.

"El mayor riesgo con el transparentamiento (sic) de precios es que muchos comercios, sobre todo los pequeños, dejen el precio que está actualmente si se paga al contado y que recarguen el interés en los precios financiados con tarjeta. Lo justificarán, sobre todo, los pequeños comerciantes, aduciendo que ya tienen varios costos fijos que pagar en ese precio", explicó Laza en diálogo con Unidiversidad.

En cambio, las grandes cadenas de electrodomésticos o hipermercados podrían bajar algunos precios, pero el impacto no será significativo en productos de la canasta básica, sino en aquellos productos vinculados con la tecnología y artículos con menor salida. Según el economista, "en ese caso, los grandes comercios podrán bajar más del 20 % si se paga en efectivo o con tarjeta de débito o crédito en un solo pago", pero aclaró: "Eso sí, no todos están dispuestos a pagar una tele de 12 mil pesos de una sola vez. Si disponen de eso, sí tendrán un jugoso descuento".

La canasta básica, dijo Laza, no será la que más bajas de precios tendrá pagando al contado, aunque sí se verá en productos secundarios que no son de necesidad. Y justamente los comercios pequeños no tendrán tantas promociones como las grandes cadenas de supermercados, que tienen el stock suficiente de productos como para especular con los pagos en efectivo.

El economista mendocino se muestra escéptico con la nueva medida nacional. Foto: youtube.com.

Ahora 12 y Ahora 18; ¿y ahora?

Uno de los cambios para el consumidor es que podrá notar el pago extra que hará si compra con el famoso plan nacional Ahora 12 y Ahora 18. Es que los comercios deberán transparentar el adicional, que oscila el 28 % de tasa de interés anual implícita. Sin embargo, explicitar el costo no hará que mermen las ventas, dijo Laza. "La gente, a la hora de comprar con tarjeta, mira si la cuota mensual la puede pagar, y si es accesible, listo, compra en cuotas", señaló.

Ahora bien, ¿a quién le servirán los precios exhibidos en las góndolas o vidrieras? Sin dudas, al comprador inteligente, aquel que busca precios y promociones, ya sea con tarjeta o contado. Al contrario, al comprador compulsivo no le resolverá el problema, ya que su compra es irracional y no depende de las promociones, explicó el neuroeconomista.

En cuanto a los controles del ente de Fiscalización y Control, que ha prometido concientizar durante febrero y multar a los incumplidores a partir de marzo, Laza aseguró que no tiene "el suficiente personal de control para hacer un buen recorrido por toda la provincia", aunque admitió que el hecho de apuntar a los pequeños comercios genera un cierto temor a la hora de realizar ciertas picardías, alguna argentinada.